Ya son 11 años de la madrugada del sábado 27 de febrero de 2010, donde un terremoto de magnitud 8.8 nos sorprendió a todos, en diferentes lugares del país.
Nadie, ni las instituciones, ni nosotros, estábamos preparados para vivir uno de los terremotos más fuertes en la historia del planeta.
.El epicentro se ubicó en el océano, frente a la costa de la entonces Región del Biobío (actual Región de Ñuble). A la mayoría se nos hizo eterno, no parecía terminar. Tuvo una duración máxima de 4 minutos en las zonas cercanas al epicentro, y más de 2 minutos en Santiago.
Hoy, a 11 años del 27F, conmemoramos un nuevo aniversario del terremoto y posterior tsunami que afectando a la zona centro sur del país.
Esta catástrofe natural dejó 525 personas fallecidas y 23 personas desaparecidas.
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¿Podría ocurrir otro terremoto como el del 27F?
Este hecho, sin dudas nos marcó de tal manera, que ahora estamos más alerta frente a este tipo de catastrofes. Pero ¿podría ocurrir de nuevo con tal magnitud?
Sergio Barrientos, director del Centro Sismológico Nacional, en conversaciones con La Tercera, señaló que «si bien podría repetirse un sismo en la zona, probablemente sea en varias décadas o cientos de años. Es muy poco probable que sea pronto».
Por su parte, el geólogo Pablo Salucci está de acuerdo con lo que asegura Barrientos y complementó su argumento: «Esto porque este tipo de terremotos requieren entre 200 a 300 años para acumular energía y generar un evento como el que ocurrió».
¿Qué hemos aprendido en 11 años?
A pesar de la tranquilidad de los expertos, Barrientos tiene una visión optimista y segura respecto a la reacción en un hipotético nuevo terremoto. «Creo que a 11 años del 27F hemos avanzado muchísimo en la parte de observación, en la instalación de instrumentos de observación, que permiten poder definir y caracterizar cualquier terremoto en Chile continental, a los cinco minutos ya tenemos una localización y una magnitud», aseguró.
Por su parte, Salucci aseveró que desde febrero de 2010 se ha avanzado mucho en el monitoreo y preparación ante los movimientos telúricos debido a que quedaron a la vista todas las debilidades a pesar de ser un lugar con larga data de registros sísmicos. Y hoy poseemos una red sísmica mucho más extensa y robusta. En 2010 buena parte de la red sísmica estaba instalada en el norte gracias a un convenio de cooperación con Alemania”.