Un nuevo hallazgo se suma a la investigación del caso Antonia Barra. Esto porque se encontró el celular de Martín Pradenas, el imputado por violación contra la joven que se suicidó el pasado octubre de 2019. Así, se ampliará el plazo de investigación a 120 días.
Supuestamente, el móvil se había declarado judicialmente destruido por la mamá de Pradenas. Pero hace poco fue hallado y está siendo periciado por la PDI.
El padre de Antonia, Alberto Barra, expresó estar satisfecho “con esta ampliación de investigación y por el hallazgo de este celular, el que creemos es clave para determinar imágenes y audios, donde se establecería la conducta de este sujeto, de grabar a sus víctimas, entre las que podría estar mi hija en alguna de esas imágenes». Dijo el hombre, consigna Radio Cooperativa.
Igualmente, el abogado de la familia de la joven, Roberto Celedón, condenó el ocultamiento. «Acá se demuestra el ocultamiento de información y declaraciones falsas de la defensa. El celular es clave en esta investigación y fue declarado destruido, lo que es muy grave», expresó.
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Las pruebas
Por otro lado, el abogado señaló: «Además, apareció material que tenemos, con más de 10 mil imágenes con conductas pornográficas y drogadictas, que nos confirman aún más que Antonia fue drogada».
Cabe destacar que mañana viernes, la Corte Suprema se pronunciará sobre un recurso de amparo presentado por la defensa de Pradenas, en donde se solicita levantar la medida cautelar de prisión preventiva.
Martín Pradenas niega haberla violado
En 2020, recordemos que el imputado rompió el silencio sobre el caso de Antonia Barra y los delitos que se le imputan, en «Informe especial», de TVN. Esa vez, él negó su responsabilidad y respondió por escrito algunas preguntas.
«No me siento responsable por su muerte», dijo esa vez, agregando: «No la violé y jamás le hice daño. Me declaro totalmente inocente».
Respecto a la situación, Pradenas aclaró. «Ambos estábamos bajo los efectos del alcohol. Se ve que nos besamos, acariciamos, abrazamos, reímos y nos vamos juntos tomados de la mano. Ella nunca expresó temor y jamás se vio con la necesidad de defenderse. Jamás hubo daño de mi parte», concluyó.