Todos los 16 de marzo se celebra a nivel mundial el día del sueño. Actividad que es súper importante para que el cuerpo humano funcione de la mejor manera posible.
Esto porque cuando dormimos el cuerpo humano se regenera y se repara en las horas de descanso. De hecho, hay estudios que dicen que dormimos un tercero de nuestra vida. ¿Se lo habían imaginado el algún momento? Yo al menos no.
De hecho, a lo largo de los años, han nacido varias creencias que se nos han ido inculcando, que puede que no sean todas correctas.
Es por esta razón que, como es el día mundial del sueño, queremos compartir con ustedes algunos mitos y realidades sobre lo que dice la ciencia al respecto.
Primer mito: Mientras más profundo duermas, más descansas
El sueño profundo es crucial para despertar renovado y energizado a la mañana siguiente. A este tipo de sueño también se le conoce como onda lenta, esto por las ondas cerebrales características que tiene.
El sueño profundo está relacionado con funciones vitales tales como la producción de hormonas del crecimiento y el fortalecimiento del sistema inmune.
No obstante, la suposición de que dormir profundamente solo determina el tiempo que debemos dormir es erróneo.
La realidad es que la etapa del sueño profundo es vital para el descanso. Pero si estamos solo en ella se pierden las otras etapas, las cuales también son importantes, tales como el sueño REM.
Segundo mito: Si tomo café no duermo
¿Quién no ha escuchado en más de una ocasión que el café le «espanta» el sueño? Sin embargo, esto no es correcto.
El cuerpo humano durante el día consume energía. Lo que provoca que haya una producción de adenosina, la que favorece y aumenta la concentración.
Si la adenosina se une a otros factores, genera que se apaguen las áreas que inducen la vigilia del cerebro y paralelo a esto aparecen áreas que inducen el sueño.
Es por esta razón que se conoce a la cafeína como la principal enemiga de la adenosina. Sin embargo, no es tan así.
La cafeína efectivamente afecta al sueño, pero lo hace en diferentes niveles. Puede bajar la calidad del sueño, hacer que el sueño profundo sea más corto.
Eso sí, los efectos de la cafeína no son iguales para todos ya que hay que tener en cuenta otros factores.
La realidad de esto es que la cafeína apoya el estado de alerta y afronta los mecanismos del cerebro que inducen el sueño.
Por esta razón, hay personas que si consumen café en la tarde, en la noche no pueden dormir. mientras que hay otras que pueden tomarlo hasta después de cenar y no tendrán ningún problema a la hora de dormir.
Tercer mito: Hacer ejercicio de noche inhibe el sueño
Muchas personas creen que hacer ejercicio en la noche estimula el cuerpo y por ende también el cerebro, generando así que se inhiban las ganas de dormir.
Hay dos aristas que son importantes en este punto. La primera es que los ejercicios de alta intensidad se ha demostrado en varios estudios que se usan para retrasar el sueño, ya que debido al aumento en la frecuencia cardiaca, además de generarse mayor número de endorfinas, las cuales nos dejan en estado de alerta, dificultan el sueño.
Sin embargo, hay otra arista que habla sobre los efectos positivos que tiene el ejercicio en la latencia de inicio del sueño más corta o una mejor calidad de sueño.
La verdad en este mito es que hacer ejercicio en la noche no afecta al momento de dormir. De hecho el ejercitarse en la noche puede ayudar a regular nuestro reloj interno y facilitar el sueño debido a los cambios en los niveles de temperatura corporal central.