Las organizaciones Oceana y Plastic Oceans Chile lanzaron un estudio que da cuenta de la cantidad de plástico de un solo uso que se genera como residuo, en los locales que expenden comida en el país.
El informe se dio a conocer antes de que la Cámara de Diputadas y Diputados vote este martes por el proyecto de ley que regula los plásticos de un solo uso.
El informe, llamado «Estimación de la disminución de desechos plásticos de un solo uso producto de su regulación», informa que en Chile se generan 23.240 toneladas de plásticos de un solo uso al año. Eso equivale a 2.324 camiones de basura por día que llevarían estos residuos.
Esto equivale a 2.653 kilogramos cada hora, o 44,2 kilogramos cada minuto.
¿De donde viene el residuo?
El estudio señala que estas 23 mil toneladas de plástico de un solo uso, que son usadas en restaurantes, bares, cafeterías y deliverys, equivalen al peso de 116 ballenas azules. O equivale a la huellas de carbono que una persona en auto dejaría, al dar la vuelta a la Tierra 5.300 veces.
Javiera Calisto, directora de la Campaña de Contaminación Marina de Oceana, explicó el objetivo del estudio. «Era calcular el beneficio medio ambiental que tendrá el proyecto de ley una vez aprobado, y porque detectamos que a nivel país existía muy poca información al respecto. Esto nos permitió calcular que sólo en locales que expenden alimentos, se consumieron 23.240 toneladas de plásticos de un solo uso en un año».
Ella también recalcó que con este proyecto se podría detener este tipo de contaminación plástica encontrada en playas y océanos.
Por otro lado, la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, se refirió a esta iniciativa del congreso. «Estamos muy cerca de que Chile consiga un nuevo hito en su historia medio ambiental: este martes se votará el proyecto que elimina los plásticos de un solo uso. De aprobarse, daremos un paso más para contar con una nueva ley que combate la contaminación por el uso indiscriminado de plásticos. Este esfuerzo, sumado a la ley que prohibió las bolsas plásticas, nos permitirá avanzar en el cambio cultural que necesitamos para un Chile más limpio y sustentable», concluyó.