En una nueva emisión de De tú a tú, Martín Carcamo visitó a la ex Miss Universo, Cecilia Bolocco, quien entregó detalles exclusivos de su vida.
Cecilia Bolocco abrió las puertas de su casa y también las de su corazón. En una íntima sincera y profunda conversación la ex Miss Universo se refirió a distintos momentos que han marcado su vida profesional e íntima.
En un inicio, comenzó revelando un cambio de actitud frente a la vida. Señaló al respecto, que los duros procesos familiares por los que ha tenido que pasar, le han permitido renacer y ver la vida de forma positiva.
Además, Martín recorrió la casa de Bolocco y llegaron a un rincón muy especial, donde guarda sus premios más preciados. En lo más alto de la biblioteca, Cecilia guarda la corona que obtuvo tras ganar el certamen de belleza Miss Universo en el año 1987.
La animadora contó la historia que hay detrás de la corona y también compartió el significado que tiene para ella aquél icónico triunfo.
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El Bolocazo
Un tema del que Cecilia Bolocco habló fue el famoso “Bolocazo”. Foto de su baile en el Festival de Viña del Mar, que apareció de portada en la prensa y donde la Miss Universo mostró todo.
Cecilia comienza diciéndole a Martín que ella practicó ballet hasta los 21 años, que desde los cuatro años comenzó a bailar, convirtiéndose en una pasión.
Admite que es hiperlaxa, que siempre ha tenido muy buena elongación. A raíz de esto, Martín le pregunta cómo vivió el “bolocazo”.
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“Yo bailé feliz de la vida con unas medias que tienen un protector, vienen con un protector, más la malla. Escúchame, esa foto está trucada. Sí, es imposible, es una tontería que yo lo diga ahora pero no importa, se entretuvieron, piensen lo que quieran. Pero si eran medias de ballet, primero tenía medias, o sea no estaba a poto pelado. O sea, sin calzón porque las bailarinas no usamos calzón pero por lo mismo las medias tienen (un protector) y encima va la malla. Cómo se me iba a ver el…”, aclara Cecilia sobre el mítico “bolocazo”.
Recuerda que en medio de su trabajo en el Festival de Viña, “qué tiempo iba a tener para ver o aclarar tonteras. Yo sé lo que tenía puesto”. A pesar de sus trabajos y el escaso tiempo que tiene trabajando para sus fundaciones, dice que no le cerraría la puerta para volver a animar Viña.
Máximo Menem
Sin duda uno de los temas que más emocionó a Cecilia en el programa fue hablar de cuando supo que Máximo, el hijo que tuvo con Carlos Menem, tenía un tumor cerebral
“Me llaman porque yo estaba en una sesión de fotos. Había mandado a Máximo a la clínica porque todos los días me decía que le dolía la cabeza. Ese día me dice que le duele la cabeza detrás de los ojos. Ya le habíamos cerrado el año académico. Se va de la pieza y vuelve y dice ‘mamá, vomité’”, dijo del momento cuando decidió que tenía que hacerse exámenes médicos, en noviembre de 2018.
Recordó que luego la llamaron desde la clínica y le dijeron que el escáner “no salió bueno».
“Ojalá te puedas venir. Me dicen que no salió normal. ‘Tiene un tumor cerebral’. Corté el teléfono y dije ‘me tengo que ir a la clínica’. Cuando llegué se lo estaban llevando a la UTI. Tomé la postura de que aquí no pasa nada. Pero esas 8 horas han sido las 8 horas más largas de mi vida. Sólo recuerdo que recé 8 horas de rodillas. Pedí que lo acompañaran y lo cuidaran”, contó Cecilia
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Sin embargo, este no fue el final. Luego de la biopsia le dieron nuevamente malas noticias. “A la semana me dijeron que fuera a la clínica. Me dijeron lo que tenía Máximo. Yo no sabía que yo tenía tanta fuerza. Tengo que admitirlo. Hice las preguntas más duras, la verdad hice todas las preguntas. Las posibilidades de que sobreviva y respecto del tratamiento. Cada respuesta era más dramática que la otra. Y cuando terminé dije ‘me dan un segundo’ y exploté en llanto”.
Luego de esto, explica que estando en la habitación con Máximo, tuvo que salir porque necesitaba llorar. “Lo único que quería era salir y llorar. Sentía que me había explotado el corazón. Tenía una angustia tan grande, que necesitaba vaciarla. Recuerdo haber empezado a llorar como no lo había hecho en mi vida. Y recordé lo que me había dicho la doctora: ‘Dos años le quedan’. Dos años. Entonces lo que quede tienen que disfrutarlo como lo más valioso de tu vida”, concluyó.