En agosto de 2000, el trabajador social Danny Stewart se dirigía a cenar con su novio cuando hizo un descubrimiento impactante: un bebé, envuelto en una sudadera, acurrucado en una esquina de la salida de la estación de metro 14th St. A / C / E, en Nueva York
Al principio pensó que era una muñeca, hasta que la vio moverse.
«No pensé que fuera real y lo estaba viendo … y luego movió una pierna«, dijo Stewart, que entonces tenía 34 años.
Stewart recuerda haber estado en un estado de incredulidad. «Pensé que tal vez había alguien cerca que sabía lo que estaba pasando, que había un bebé aquí, escaneé, miré, pero no vi a nadie. Había un bebé en el metro de Nueva York, en el suelo y no había nadie alrededor. ¿Cómo podría ser esto?»
Temeroso de trasladar al bebé, corrió a un teléfono público cercano para llamar al 911 y luego llamó a su novio, Peter Mercurio, quien se dirigió a la escena desde su apartamento cercano en Chelsea.
“Corrí escaleras abajo y me aseguré de que respiraba y luego llamé al 911”, dijo «Fue increíble».
Peter Mercurio llegó cuando la policía se llevaba al recién nacido, cuyo cordón umbilical aún estaba parcialmente intacto. Fue llevado al Hospital St. Vincent en condición estable.
«Sabes, estarás conectado con ese bebé de alguna manera por el resto de tu vida», le dijo Peter a Danny
“Este niño se enterará de la noche en que lo encontraron y es posible que quiera encontrar a la persona que lo descubrió. Tal vez haya una manera de averiguar dónde termina y enviarle un regalo de cumpleaños todos los años en esta fecha».
Al principio, no parecía que eso fuera a suceder. Stewart no había podido encontrar al bebé en una visita a St. Vincent, por lo que la pareja reanudó su vida normal.
Padres primerizos
En diciembre, llamaron a Stewart a testificar en una audiencia en el tribunal de familia.
Tras su testimonio, la juez le hizo una pregunta que cambiaría el rumbo de su vida.
«¿Te interesaría adoptar a este bebé?» ella preguntó.
“Cuando el juez me preguntó si estaba interesado en adoptar, lo que solté fue un sí instintivo”, dijo “Pero una vez más me sentí incrédulo de que ella estuviera haciendo la pregunta. Eso no es lo que se suponía que iba a pasar «.
Antes de que la pareja encontrara al bebé en el metro de Nueva York, él y su novio nunca habían hablado realmente de formar una familia.
“En nuestros tres años y medio juntos, habíamos tenido una conversación extremadamente breve sobre los niños”, dijo Mercurio. “No teníamos dinero, vivíamos en un espacio muy pequeño con un compañero de cuarto. Nunca nos hubiéramos convertido en padres «.
Mercurio, entonces de 32 años, se opuso inicialmente a la idea, pero Stewart sintió las manos del destino en acción y logró convencerlo de lo contrario.
“Sentí que esto ni siquiera era una oportunidad, era un regalo, y cómo se puede decir que no a este regalo”, dijo Stewart.
Durante una visita al hogar de acogida del bebé, Mercurio sostenía al niño por primera vez.
Fue en ese instante que supo con certeza “quería convertirme en su padre”, dijo.
La pareja anticipó tener meses para prepararse para convertirse en padres, pero en una audiencia judicial el 20 de diciembre, el juez preguntó si les gustaría pasar la Navidad con el niño.
Y así, dos días después, en una mañana nevada de Manhattan, la pareja fue a buscar al niño al que llamaron Kevin.
El pequeño bebé estaba cubierto de una erupción con ampollas y permaneció encogido en posición fetal.
“Simplemente nos rompió el corazón”, dijo Mercurio. “Temblaba como un chihuahua nervioso y no lloraba en absoluto.
«Simplemente lo untamos con afecto constante y tratamos el sarpullido, y para el día de Navidad ya se estaba recuperando».
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Una familia feliz
La madre de Kevin nunca fue encontrada. De vez en cuando, mientras crecía, señalaba a una mujer que se parecía a él y se preguntaba si era su madre. Pero “siempre fue dueño de su historia”, dijo Mercurio.
“No sabemos si en sus momentos de tranquilidad reflexiona sobre ello con alegría o con tristeza. No creo que esté deseando tener otra vida «.
El libro de Peter Mercurio, «Our Subway Baby», relata la milagrosa historia de Kevin, el bebé que la pareja encontró en el metro de Nueva York y que les cambio la vida para siempre.
Hoy, Kevin tiene 20 años, está en la universidad y estudia matemáticas e informática. Mercurio lo describe como «reservado» y «algo privado».
Las fotos de las numerosas vacaciones de la familia en el parque nacional muestran a un hombre sonriente que ahora mide más de seis pies de altura.
En septiembre, Mercurio publicó un libro para niños, «Our Subway Baby», sobre la historia de Kevin. «Donde hay amor, todo es posible», se lee en la contraportada. Mientras dejaba a Kevin en la universidad, sus papás se lo regalaron.
“Aproximadamente una semana después, nos envió un mensaje de texto y dijo: ‘Estoy muy orgulloso de este libro’”, dijo Mercurio.
Si bien Kevin «no anda contando a la gente su historia», ahora guarda el libro en la esquina del escritorio de su dormitorio.
Conexiones irrompibles
«Siempre escuchas que cualquier cosa puede suceder en Nueva York, y esto lo solidificó para mí, luego de que con mi pareja encontráramos al bebé». «Cuando los compañeros de dormitorio ( de Kevin) vienen a hablar con él, lo ven, esa es su forma de contar su historia sin verbalizar».
Desde entonces, Mercurio y Stewart se mudaron de Harlem a Chelsea, no muy lejos de lo que ahora llaman «Kevin’s Corner», que todavía tiene un lugar emocional en sus corazones.
“Cuando camino por esa estación de metro, me invaden oleadas de emoción”, dijo Mercurio.
Y la pareja todavía está en contacto con el juez que supervisó la adopción de Kevin: en 2011, cuando Nueva York legalizó el matrimonio homosexual, ella fue quien ofició su boda.
Asistió a la fiesta de graduación de la escuela secundaria de Kevin y Mercurio le envió una copia de «Our Subway Baby» cuando se publicó. Intercambian tarjetas navideñas cada diciembre.
Incluso ahora que Kevin ha crecido, no pueden creer el placer de haberlo encontrarlo, siendo un bebé en el metro de Nueva York.
“Siempre escuchas que cualquier cosa puede suceder en Nueva York, y esto lo solidificó para mí”, dijo Mercurio. «La idea de mirar hacia el futuro y pensar dónde va a estar tu vida en algún momento, ya no la hago, porque todo es posible».
La historia conmovió a las personas, quienes la compartieron por redes sociales
Dejando de lado de que los protagonistas son una pareja gay… esta historia vale la pena contarla una y otra vez.
https://t.co/7nUC1C3Qd3— Doña Caracola (@caracola_ve) April 5, 2021
"Kevin tiene ahora 20 años y estudia matemáticas e informática en la universidad.
El pequeño bebé que Danny descubrió en la estación de metro ahora es más alto que sus papás."https://t.co/3M8mLEcj9R— Karla 🇻🇪🇨🇵🍉 (@karla_ngj) April 5, 2021
Historias como estas llenas de amor nos dan un poco más de esperanza en la humanidad.https://t.co/wRFwTPUUOz
— Anuar Rabi (@anuarabico) April 5, 2021
Danny y Pete salvaron de morir al bebé, pero fue el pequeño Kevin quien cambió la vida de ellos para siemprehttps://t.co/7qG3qwztmU
— Debate (@ELDEBATE) April 5, 2021