Te pones tu mejor outfit, haces ejercicio y a mitad del entrenamiento te mareas.
¡Tranquila! Sabemos que es común que esto suceda y, aunque la mayoría de las veces las causas no suelen ser muy graves; sí es importante saber por qué te mareas al hacer ejercicio para que corrijas estos errores; y mejores el desempeño de tu rutina sin interrupciones.
Ahora te diremos cómo puedes mejorar tus hábitos fitness, y nunca más sentir que te desvanecen en medio de tu rutina de ejercicio.
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Toma agua
Si tras una ardua sesión de entrenamiento (sobre todo en días calurosos) te mareas, te sientes cansada, aturdida y con la boca seca; puede que estés perdiendo más agua de la que estás tomando.
De acuerdo a Healthline, a esto se le llama deshidratación; y aumenta cuando tu temperatura corporal sube y sudas.
¿Qué hacer al respecto? Toma suficiente agua antes, durante y después de tu entrenamiento.
Según el experto Frank Suárez, la cantidad de agua que debes tomar al día se obtiene dividiendo el peso del cuerpo en kilos entre 7; y el resultado indica el número de vasos ideales para tu cuerpo.
Por lo tanto, si vas a hacer un ejercicio que te haga sudar mucho, ¡asegúrate de tomar más agua!.
La respiración correcta
Una causa muy frecuente por la que te mareas al hacer ejercicio se debe a una mala respiración; pues con los movimientos los músculos requieren gran cantidad de oxígeno; y si no les das lo suficiente al inhalar o exhalar incorrectamente, el corazón no bombea la sangre oxigenada que necesita el cerebro; provocando desvanecimientos.
¿Cómo solucionarlo? Mantén tus pulmones oxigenados en todo tu entrenamiento. Si ya estás mareada, siéntate y repite 4 sesiones de 4 segundos de inhalación, 4 segundos de mantenimiento y 4 segundos de exhalación.
Recuerda que la correcta respiración es clave al momento de ejercitarnos.
Aliméntate bien
¿Sabías que en los primeros 15 minutos de ejercicio el cuerpo utiliza la glucosa de la sangre y los músculos para sostenerse?.
Healthline revela que cuando se agota, los niveles de azúcar bajan y esto puede generar mareos, sudoración excesiva, dolor de cabeza y confusión.
Para prevenirlo, puedes consumir almendras, frutas o batidos de proteínas antes de hacer ejercicio; y así tendrás las reservas de glucosa que tu cuerpo necesita para mantenerse al 100%.
No te exijas demasiado
Está bien dar un extra en tu ejercicio del día a día, ¡pero siempre con medida!.
Tratar de hacer mucho más de lo que tu cuerpo puede, ya sea en velocidad, tiempo o intensidad; es posible que ocasione una baja de presión o deshidratación que termine en mareos o hasta un desmayo.
Aquí la clave es ir a tu ritmo, escuchar a tu organismo y subir de nivel de forma progresiva.
Cuidado con la falta de hierro
El hierro es el encargado de transportar oxígeno alrededor del cuerpo. Cuando tienes una deficiencia de este mineral; ya sea por anemia, embarazo o alguna otra afección de salud; es común presentar mareos, cansancio y dolor de cabeza, e inclusive tener dificultad para respirar o sentir palpitaciones en el corazón.
Si es tu caso, no dudes en consultar a tu médico antes de continuar con tu rutina de ejercicio habitual.