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“El sexo, no es sólo sexo”, así lo escuché alguna vez. Y si piensas que el encuentro de dos personas solo se trata de unir genitales, te aseguro que estás equivocada; y lo peor aún es que te pierdes de momentos épicos que podrás recordar cuando las hormonas no se muevan ni por si acaso.
Miradas, roces e instinto es lo que nos conecta con el otro y precisamente, cuando se da esa “cosa rica” es el minuto de decidir si le pones o no cabeza a la química.
El abandonarse al rugir de esa “fiera” es liberador, pero necesitas de un partner que esté en la misma y con quien además no tengas pudor de ser tu misma.
Con la finalidad de alcanzar el éxtasis, es que las mujeres debemos hacer valer la previa, de esa manera podremos lograr caritas felices.
Besos, agarrones, coqueteo y una que otra palabra “cochinona”, nos enciende. Por eso queridas mías, hagan entender a los hombres que NO somos “visuales”, es decir, NO nos arde la piel cuando nos envían una foto de su miembro en primer plano.
Ahora sí una salvedad, si exigimos debemos estar dispuestas a entregar, olvidándote de esa añeja frase que dice que los hombres son como los boys scout, o sea “siempre listos”.
Nada que ver, a ellos sí los motiva sentirse “ricos y deseables”, aunque también se mueren cuando los esperas con alguna vestimenta sexy o le envías un video ligera de ropa. (Tú sabes, ellos SI son visuales)
Todo este bla bla bla tiene un objetivo, y es llegar a un concepto crucial que se llama ORGASMO o “punto culmine de la excitación sexual”; pues casi es imposible obtenerlo sin que hayas tenido una buena previa.
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“Happy ending”
Sentir esa “pequeña muerte” es exquisito, aunque tampoco es sinónimo de que si no lo tuviste lo pasaste mal. De hecho, los especialistas confirman que el “happy end” no necesariamente es el broche de oro de un buen encuentro sexual.
Para que tengas una referencia, se dice que si de 10 relaciones en 7 no experimentaste un orgasmo, posiblemente estés atravesando por algún problema.
Para ahondar en el tema me fui a buscar los últimos estudios al respecto y revelan que: “En promedio, el 30 % de las mujeres latinoamericanas nunca o casi nunca han tenido un orgasmo; y en el caso de Chile entre el 15% y 20% sufre de anorgasmia. Además, el 80% confesó nunca haberse mirado su propia vagina ”.
Wow! es bastante para este Siglo XXI donde las minas estamos tan pro. Ante eso le pregunté a la sexóloga Pancha Buzeta, qué estaba pasando.
“A mi consulta llegan mujeres que tienen una relación totalmente disociada con el cuerpo y los genitales; lo que en ocasiones explicaría la causa de no sentir orgasmos o no saber identificarlos. La represión de la sexualidad femenina y la falta de información son dos grandes causantes”.
Las creencias limitantes que se han arrastrado de generación en generación han impuesto que tocarse o explorar el cuerpo es algo sucio y pecaminoso. Tanto así, y aunque cueste creer, en la actualidad siguen existiendo mujeres jóvenes que no logran desprenderse de esa tremenda carga.
Una vez más, ¡plop! Cómo chicas libertarias, rebeldes y feministas ignoran la sensación que entrega un orgasmo.
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Debemos conocernos
Peeeeeero, tranquilidad, los pesos en la mochila pueden alivianarse y eso se logra con educación, amor propio, y si es necesario, la visita a un especialista que oriente cómo hacerlo.
Pancha Buzeta, por ejemplo, propone a sus pacientes como primera medida que se “conozcan a través del espejo”; es decir, tomarse el tiempo para mirar y explorar la región pélvica. “Les digo que se toquen, se sientan, se observen y luego dibujen lo que vieron”.
Por otra parte, considera necesaria la masturbación con el fin de reconocer los puntos sensibles de los cuales más tarde puedes comentárselos a tu compañero (a), con el fin de que en tales zonas erógenas den mayor atención.
Ya está todo dicho mujeres, fingir orgasmos o no tenerlos no es sinónimo de bienestar, así que libérense de la ignorancia, el que dirán y el sexo a medias. Ustedes son responsables de apretar ON para hacer valer el goce.
¿Cómo vas a desaprovechar lo que la madre naturaleza te dio? … Yo solo te digo una cosa: tienes un clítoris que tiene como única función generar placer por medio de sus 8.000 terminaciones nerviosas; el doble de las que tiene el hombre en su pene.
Así que sin nada más que aportar, en este tiempo de Copa América gritemos “VIVA CHILE”.