Entre la pandemia, el confinamiento y la modalidad online, el estrés ha aumentado considerablemente. Sin embargo, hay algunas formas de disminuirlo a través de simples ejercicios de respiración ¿Cuáles son estos ejercicios? ¿Cómo respirar? Aquí te lo contamos.
Según constata FMDOS, las respiraciones son excelentes para conectarse más con la mente, el cuerpo y el espíritu. Además que sirven para mejorar la salud física y mental.
Sin embargo, es importante tener en cuenta qué tipo de respiración sirve. Ya que la idea es hacer un trabajo profundo y consciente.
La idea, es trasladar y liberar esos pensamientos negativos para que no queden guardados en nuestro cuerpo. «La respiración consciente también tiene otros beneficios. Aumenta el estado de alerta y el flujo de oxígeno, además de permitir que el cuerpo libere toxinas más rápido», señalan desde FMDOS.
¿Cuáles son los tipos ?
Y es que hay distintos tipos de respiración y cada uno de ellos nos ayuda de distinta manera.
Torácica: En esta respiración se usan los músculos de la parte superior del pecho. Sirve en momento donde te esfuerzas, como por ejemplo correr. Son embargo, no sirve para situaciones de estrés, ya que puede provocar tensión en los músculos de tus hombros y el cuello e incluso dolores de cabeza.
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Respiración diafragmática: Proviene del músculo respiratorio dominante del cuerpo: el diafragma. Este tipo de respiración es más eficaz y puede provocar más sensación de relajación que tensión. Cuando respiramos de forma «natural» en general lo hacemos por el diafragma, pero la idea es tomar consciencia de esta respiración para usarla a tu favor.
Prueba estos ejercicios de respiración
¿Cómo reducir es estrés a través de la respiración diafragmática? Aquí te contamos:
- Ponte cómodo o cómoda, cierra los ojos y concentra tu atención a tu respiración y cuerpo.
- Inhala profundamente por la nariz, deja que el abdomen se llene de aire. Exhala mientras relajas el cuerpo y botas todo por la nariz.
- Lleva una mano a tu abdomen, justo debajo del ombligo y la otra mano a la parte superior del pecho. Inhala nuevamente por la nariz y exhala ahora por la nariz y enfócate en sentir el aire cuando ingresa y cuando sale. La idea es que se infle la parte baja y el pecho no se mueva.
- Enfócate en cambiar tu respiración de lugar, en cómo sube y baja tu abdomen. Inhala profundamente por la nariz y envía el aire hacia la parte de atrás de tu garganta en dirección a tu estómago, permite que el abdomen se desinfle lentamente a medida que exhalas por la nariz.
- Hazlo tres veces más, de manera lenta y profunda. Sé consciente de tu cuerpo y tu respiración, de cómo sube y baja el abdomen.
- Hacer este tipo de respiraciones no solo tiene que ser en momentos estresantes. Si lo haces constantemente, ayudará a la larga a equilibrar tu sistema nervioso autónomo.
¡A respirar!