Anoche en el programa “Mentiras Verdaderas”, ambas actrices respondieron a la fuerte acusación de Leonardo Mihovilovic; quien denuncia apropiación ilícita de los bienes de su madre y marido, el cineasta Alejandro Sieveking.
La denuncia de Leonardo Mihovilovic
El único hijo de Bélgica Castro realizó hace unos días fuertes denuncias contra las actrices Esperanza Silva y Catalina Saavedra. Acusa que meses antes de morir su madre y padrastro, le prohibieron el ingreso al departamentos de estos, cortando todo tipo de comunicación con su familia.
“Nos encontramos con la chapa cambiada y la señora que cuidaba a mi madre dice que por orden de Chile Actores ya no podía entrar”, declaraba Leonardo en el reportaje de Chilevisión.
Las acusaciones no quedaron en eso; lo más grave vino después. Asegura que días antes de morir Alejandro Sieveking, Catalina Saavedra consiguió un mandato para vender una propiedad del matrimonio, por una cifra cercana a los $80 millones, mientras que su evalúo fiscal superaba los $200 millones de pesos.
Se defienden en “Mentiras Verdaderas”
Las actrices ya habían emitido algunas escuetas declaraciones tras la publicación del reportaje del hijo de Bélgica Castro, pero no fue hasta ayer, que respondieron con más antecedentes del caso.
“Hay acontecimientos que suceden por un evento violento entre el señor Mihovilovic y Alejandro. En julio de 2018 le pidió que le devolviera unos cuadros. Después de ese evento violento nuestro amigo Alejandro Sieveking cayó hospitalizado por una descompensación cardíaca en la Clínica Indisa”, detalla Silva, sobre episodios de violencia del hijo de Bélgica, hacia Alejandro.
“Esto que Está haciendo es porque tenía una expectativa de herencia al fallecer Alejandro”.
Esperanza, señala que la actual querella presentada por Leonardo Mihovilovic, no tiene mucha argumentación, y más bien busca posicionar el tema mediáticamente para presionar.
Catalina Saavedra “La nana”
“Fui muy cercana a ellos después de que hicimos la película Gatos viejos. Ellos eran muy amigos y queribles. No de tantos amigos pero sí de muchos admiradores. Tuvimos una amistad muy cercana, nos llevamos muy bien. Honestamente, dentro de los últimos diez años, vi una sola vez al señor Mihovilovic en la casa de Bélgica y Alejandro. Ahí puedo sentir que no había una buena relación. Me extrañaba mucho la ausencia de esta persona, de este hijo, no se hablaba de él, básicamente para cosas más negativas que positivas”.