Paseándome por las redes sociales, la verdad es que me resulta irritante en muchas ocasiones, ver cómo las personas se refieren a otra de manera deleznable, sin filtro, compasión y para qué decir empatía.
“GORDA, CERDA, GUATONA, DEJA DE COMER COMPLETOS, TE VES ASQUEROSA CON ESOS KILOS”…. son algunos de los comentarios que se pueden leer en las fotografías de personajes conocidos chilensis.
¿Sabes qué? Los que escribí eran los publicables, porque de verdad duele el alma ver cómo se trata a quienes han ganado peso o tienen una contextura menos delgada que los cánones que a veces se supone ser bella.
¿Acaso nadie pensó que esa grasa demás se vincula con la ansiedad, con alguna pena o con un tratamiento médico que aletarga el metabolismo? También está la opción de que esa “famosa” se quiso dar la licencia de comer más y qué más da si al resto no le afecta por lo que no tienen derecho a criticarla… Dicho sea de paso en varias oportunidades quien tira la mala leche es haaaaaarto más gruesa que la vapuleada en cuestión.
Hay otro punto que considerar en esto de la apariencia, pues estar gordo o flaco en ocasiones es bastante subjetivo ante los ojos de los inexpertos y odiosos. Pero existe un parámetro objetivo: el IMC o el índice de masa corporal igual o superior a 30.
Ingrid Cruz, actriz chilena hablaba en los medios sobre cómo en las RR.SS. se han burlado de su cuerpo. Ante eso dije: Quééééé´???? Ella es estupenda, además de talentosa y si algo le ocurrió, fue lo que ella misma dijo. “Tengo más años y la figura cambia”.
Lee: El señor orgasmo
Un Chile obeso
La obesidad no identifica para nada a esta artista, aunque sí a 1 de 3 chilenos que están definidos como tales; luego de que la Organización para La Cooperación Y Desarrollo Económicos (OCDE) realizara un estudio en adultos de entre 25 a 64 años en abril de este año. La conclusión es que 1 de cada 3 compatriotas padece de esta patología o sobrepeso.
De acuerdo a estas cifras, Chile se posiciona en el segundo lugar mundial con mayor cantidad de hombres y mujeres con obesidad; superando incluso a Estados Unidos y sólo superados por México.
Diabetes tipo 2, hipertensión, infartos al miocardio y accidentes cerebrovasculares, son algunos de los males que se pueden desarrollar estando con obesidad; por eso, no tomemos para la chacota el tema y menos lo ocupemos para denigrar o ridiculizar a alguien.
Es necesario que nuestro país la estipule como una ENFERMEDAD y junto a eso política pública y un plan de salud solo para atender a los afectados. Además de entregar educación necesaria para combatir la obesidad de raíz.
La pandemia y el estrés asociado no han ayudado en esta materia; por lo mismo, el llamado es a trabajar mancomunadamente donde no solo intervienen nutricionistas y nutriólogos, sino también endocrinólogos, psicólogos, psiquiatras y otros profesionales de otras área no ligadas a la salud, que vean esto como un flagelo país.
Cuerpo sano e imperfecto
Estoy súper de acuerdo con el movimiento Body Positivity, es más me considero seguidora del concepto que tu silueta no te define como persona; peeeeeero, que no se tergiverse la idea central que dice relación con que los cuerpos reales tienen estrías, celulitis, manchas, flacidez y un par de rollitos de más; pero jamás se defiende obesidad mórbida que no te permite bailar, caminar o si lo haces es un total martirio.
Respetemos la calidad de vida y no las enfermedades, que nos harán “empastillarnos”, para mantener la glucosa a raya y la presión sanguínea normal.
Soy defensora de que cada uno haga lo que quiera, pero una vez una entrevistada, que era nutrióloga, me dijo que una de las claves para tener una familia con peso ideal es que todos sus miembros se reúnan a comer en una mesa con el mismo menú. Nada de llevarse la bandeja a la pieza y meterse a la boca solo lo que le gusta.
El ejemplo está a cargo de los padres y solo se requiere de mesura en las cantidades que sirven en un plato y la variedad de alimentos que se consumen. Ese equilibrio evitaría futuros trastornos como la misma obesidad, la bulimia y la anorexia.
La pandemia del sobrepeso
Volviendo a Chile, el estudio revela que en el sur “la cosa está más complicada”:
- Región de Aysén con un 44,3% de la población vive con obesidad, (2 de cada 5 habitantes)
- Los Ríos con un 43,83%,
- Región de la Araucanía con un 41,09%.
Mejor panorama, aunque no alentador;
- Región de Antofagasta con un 29,97%
- Arica y Parinacota con un 30,42% ( 3 de cada 10 habitantes)
- Región del Maule con un 31,03%
Respecto al género estamos peor las mujeres, porque en Chile, un 43% de nosotras está con obesidad y 34% de ellos en las mismas condiciones.
La idea no es desanimarte si estás hoy con esta enfermedad, sólo debes preguntarte cuánto deseas vivir mejor y qué futuro quieres tener. La decisión de hacerte cargo, debe ser tomada así como alguna vez trataste una alergia, una fractura o un mioma en tu ovario izquierdo.
Es válido que pidas ayuda si no te sientes con las fuerzas para comenzar, siempre hay alguien para acompañarte en desafíos vitales.
Mientras tanto, queda esperar que Chile se tome el tema con la responsabilidad debida, ya que la situación se convirtió en una pandemia así como el mismísimo Covid 19. Con la diferencia que la obesidad hace un daño silencioso al comienzo, pero sus consecuencias son igual de complejas si no se tratan a tiempo.