El exministro del gobierno de Sebastián Piñera logró imponerse en las primarias de Chile Vamos, abriendo todas las posibilidades para el abogado de 44 años.
Altamente resistido por los partidos políticos, Sichel pudo hacerse de un cupo en las primarias de Chile Vamos, incluso cuando algunos señalaban que al ser candidato independiente, no debería ser parte de esa primaria.
Finalmente Sebastián Sichel (49%) se impuso con holgura a los tres candidatos con los que competía; Joaquín Lavín (31,3%), Ignacio Briones (9,7%) y Mario Desbordes (9,8%).
El origen de Sebastián Sichel
Para muchos la aparición de Sebastián en política es reciente, pero lleva años trabajando en el sector público y privado. Su primera experiencia con la élite llegó en el primer gobierno de Michelle Bachelet, trabajando en el ministerio de Economía.
Es abogado de 44 años con magíster en derecho público con mención en derecho constitucional.
Trabajó como subdirector de Sernatur entre los años 2006 y 2008 con Bachelet y posteriormente como jefe de asesores en el ministerio de Economía el 2008 y 2010.
Militante de la Democracia Cristiana hasta su renuncia el 2015, decidió sumarse a otro movimiento político llamado “Ciudadanos”, fundado por el economista Andrés Velasco y su amigo y empresario Juan José Santa Cruz, quien actualmente también participó en su campaña.
No pasó mucho tiempo y también se fue, lo cual siempre ha sido utilizado por distintos sectores políticos como una señal de inestabilidad en su carrera política debido a los distintos cambios.
Su llegada al gobierno de Sebastián Piñera se gestó como vicepresidente ejecutivo de Corfo el año 2018, luego fue removido al ministerio de Desarrollo Social y Familia. Alcanzó a estar algunos meses y el ministro mejor evaluado del momento fue nuevamente cambiado pero esta vez a la presidencia de Banco Estado.
Familia e historia de vida
Casado hace más de 10 años con la periodista Bárbara Encina, comparten tres hijos.
Sus padres fueron Ana María Ramírez y el ingeniero Antonio Sichel, a quien conoció años después; dado que Sebastián fue reconocido por su padre adoptivo, Saúl Iglesias.
Se cambió el apellido pasado los 30 años, luego de recuperar de alguna forma la relación con su padre biológico, quien falleció el 2018.
En palabras de Sebastián, su infancia fue compleja, en la revista «Sábado» de El Mercurio, reveló algunos detalles de cómo vivía.
“En esa casa no había luz ni agua, ni baño. Cocinábamos a leña. Yo estudiaba en el Colegio parroquial de Concón y las monjas me ‘adoptaron’. Siempre hubo alguien que me adoptó, porque yo tenía la virtud de ser ordenado y buen alumno, y la gente me quería. Ahora pienso que fue la manera que encontré para sobrevivir”.
Una infancia compleja lo llevó a vivir con sus abuelos, donde pudo estudiar y posteriormente alcanzar estudios superiores.