Nuestros adultos mayores son muy importantes, por eso, debemos hacer lo posible para que sus últimos años de vida estén bien y tranquilos. Sin embargo, esto no siempre es así.
Muchos han sido los casos que hemos visto sobre negligencia hacia nuestros abuelos, como abandono, maltrato o abusos.
Este fue el caso de lo sucedido en Brasil, con un hecho que generó un gran escándalo en ese país.
Lee: IFE Extendido: Presidente anuncia que durará por dos meses más
Todo comenzó cuando un hombre de 91 años confesó a su nieta, poco antes de morir, que había sido agredido por una funcionaria y la dueña del hogar de ancianos donde vivía.
El trágico suceso ocurrió en la localidad de Maringá, al norte del estado de Paraná, y es investigado por el Ministerio Público de Paraná.
De acuerdo a la cadena Globo, esto se descubrió luego de que el anciano se rompiera el fémur y fuera atendido en un hospital de la ciudad.
Fue aquí cuando le detalló a su nieta, quien no fue identificada por la justicia brasileña, la agresión que sufrió en el establecimiento.
El relato
Es realmente triste la situación por la que este anciano tuvo que pasar. “Primero, ella me dio un puñetazo, casi me hundió la cabeza. Tomó ambos dedos y cruzó sobre mi cabeza, en la vena de la arteria y la bloqueó. Casi me ahogo y me bloqueó la vena”, le dijo el anciano a su nieta.
La joven registró las declaraciones de su abuelo en un video. El Ministerio Público lo tomó como parte de la demanda interpuesta contra la residencia de ancianos, y que significó la detención del dueño del hogar de acogida.
En la confesión del anciano, también contó que no sólo él había sido víctima de abusos.
“La vi maltratar. La propia niña japonesa fue maltratada. Varios pasaron por allí, cada uno peor que el otro. Allí sucedieron todas las barbaridades. Ahí estaba la boca de cangrejo. ‘Shhh, cállate, yo mando’. Se acabó la historia”, relató el hombre de 91 años.
En las investigaciones realizadas por el caso también se determinó que los ancianos del hogar fueron drogados; motivo que habría significado que el anciano haya fallecido días después de haber sido ingresado al hospital.
Ante esto, se tomaron diversas medidas cautelares. Entre ellas, la prisión de la dueña del hogar; el cierre del recinto; el retorno de los ancianos a sus hogares familiares; y la prohibición de la propietaria, y su hija, de participar en cualquier actividad que involucre a adultos mayores.