El estrés es algo que ocurre con frecuencia para algunas personas, donde incluso podría ser un problema profundo si no se trata a tiempo.
La Dra. Gail Saltz, profesora en el Hospital Presbiteriano de Nueva York, explica que estrés es “una respuesta humana normal a cualquier cosa física o emocional que ejerza presión sobre la persona“.
Por otro lado, la Dra. Cynthia Ackrill, educadora certificada en el dominio del estrés, explica que un nivel agudo es aquel que surge en un momento específico durante un corto período de tiempo, puede ser útil para transitar esa situación específica.
De esta manera, la frecuencia cardíaca y la respiración se acelera. El estrés en sí no es malo, pero se vuelve tóxico cuando no se disipa después de que la situación estresante termina, manifestó Ackrill.
¿Qué señales deberían llamarnos la atención?
Determinar cuándo el estrés se convierte en algo más severo como la ansiedad y la depresión, no es una tarea fácil. “Si la preocupación es intrusiva más allá del factor estresante, eso es ansiedad. Si la tristeza es un estado de ánimo que no puede cambiar más allá de la situación, eso es depresión”, explica Ackrill.
Saltz recalca que el estrés por sí solo no es una afección psiquiátrica, pero pueden incrementar la depresión y el trastorno obsesivo compulsivo.
La Dra. Breland-Noble, agrega que el trastorno de ansiedad general se caracteriza por al menos seis meses de preocupación excesiva, entre otros síntomas comunes que incluyen problemas para dormir, inquietud y dificultad para concentrarse.
¿Cómo buscar ayuda con el estrés?
Si sospecha que podría tener estrés crónico u otro trastorno mental, Breland-Noble recomienda buscar ayuda de un profesional de la salud mental. Antes de ver a un experto, la doctora aconseja hablar con algún amigo o familiar de confianza para ver si también notaron algún cambio.