Lejos de la televisión, Patricia Maldonado regresó como invitada al late de Julio César Rodríguez en el canal de TV+.
Amigas y rivales
Una amistad que tiene todos los elementos para generar noticia, dos famosas, ambas con carácter fuerte, y por cierto ninguna cede ante la otra; pero el lazo entre ambas es lo que perdura. Así lo dejo ver Patricia en una nueva emisión de ‘Síganme los buenos‘.
“Nos hemos peleado en serio, muchas veces fueron tongos. Hemos tenido un par de peleas grandes a lo largo de nuestras vidas. Una fue en la radio Agricultura. Y fue una pelea heavy, pero del verbo heavy”, comentó.
A la pelea que hace referencia Maldonado, terminó con la ex panelista dejándole claro a Raquel que podían pelearse todo lo que quisieran pero el contrato se respeta (cuando trabajaban juntas).
“Le guste o no guste va a tener que ir al Café Concert. Y le guste o no le guste va a tener que hacer radio conmigo exactamente igual’. Porque hay un contrato. Y cualquiera de las dos que adultere el contrato tiene que pagar. Porque tenemos contrato con la radio. El profesionalismo de las dos era intocable ”, señaló Paty Maldonado.
La última pelea entre los dos rostros de televisión, fue de largos meses sin hablarse, incluso afirmó que ya ni se acuerda el motivo de la disputa, pero agrega algo de mayor relevancia.
“Voy a ser muy honesta con lo que te voy a decir. Le guste o no le guste a ella. Yo le tengo un gran cariño, un gran respeto como profesional. Creo que es una gran profesional, pero yo te puedo decir que yo he sido la única amiga que ella ha tenido en su vida. Te lo puedo asegurar. Aunque ella me diga de guata que no”.
El acercamiento con Raquel Argandoña
Sin duda que el episodio de Nano Calderón golpeó fuerte a Raquel, pese a que al hijo menor de la ‘Quintrala’, agredió a su padre, ella intento por todos los medios defenderlo y evitar que tuviera consecuencias graves para el estudiante de derecho. Asumió públicamente la defensa de su hijo, y un camino en solitario lleno de criticas en su rol de madre; es precisamente este hecho el cual vuelve a acercar a las amigas.
“Sentí como si me hubiera pasado a mí. Yo conozco a esos niños desde chicos, desde que estaban en la guata de la madre. Me dolió mucho lo que pasó. En ese instante estábamos alejadas. Nos habíamos separados”.
Patricia tomó la decisión de comunicarse con ella, después de todo, la amistad era lo que siempre quedaba.
«Un día en la mañana la veo y la vi tan mal, tan mal, que la llamo y las dos lloramos. Yo no podía aguantar. Porque aunque nos peleemos existe un gran cariño. Son de esas amistades que ya no quedan».