Quizás puedan existir variadas opciones para combatir la falta de deseo sexual; aquí entran las pastillas o cualquier otro estimulante momentáneo. Si bien, esto puede afectar a ambos sexos, es más común en mujeres, quienes llegan a sentir un gran sentimiento de culpa. Mientras que en las mujeres afecta entre el 22% y el 51% en hombres afecta entre el 10% y el 15%.
No obstante es importante considerar que pueden existir aspectos de nuestra vida que pueden interferir en nuestra sexualidad sin que muchas veces seamos conscientes de ello. A continuación compartimos contigo una lista de factores que pueden estar interfiriendo en tu falta de deseo sexual.
- Medicamentos
Algunos de estos son los medicamentos contra la presión alta y la depresión pueden afectar el deseo sexual y la posibilidad de conseguir un orgasmo.
En ese caso, lo recomendable es consultar al especialista, qué tipo de efectos colaterales tienen las medicinas que estás consumiendo y qué otras opciones existen en caso de que esos afecten tu libido.
- Problemas de autoestima y expectativas autoimpuestas
La forma en que te percibes a ti mismo también puede afecta;es decir, el no sentirse atractivo o sexy puede estar jugando un papel clave en la forma en abordamos nuestra sexualidad.
En mujeres es más común que esto ocurra; los cambios que sufre el cuerpo a medida que pasa el tiempo, durante los embarazos o tras los partos, cesáreas; cicatrices, aumento de peso, estrías, entre otros factores. Por eso, la autoaceptación es fundamental.
- Experiencias negativas en el pasado que no hemos abordado
Aunque el deseo sexual es algo natural y biológico, puede existir factores culturales, religioso, sociales y familiares que también influyen en la forma como asumimos las relaciones sexuales.
En ese caso, lo recomendable es recurrir a un especialista con el fin de abordar temores, traumas o experiencias pasadas que puedan estar afectando.
- Consumo de alcohol
Si bien una copa de vino puede aumentar tu libido, el consumo excesivo de este mismo puede afectar tu desempeño en el acto sexual y la posibilidad de alcanzar el orgasmo.
- Estar constantemente apurado
Y aunque eso parece ser parte del ritmo de vida actual, es fundamental detenerse y darnos un tiempo no sólo para relajarnos de cara a un encuentro sexual con nuestra pareja sino para que ella o él también entren en sintonía.