Gonzalo Ramírez cuenta con una larga trayectoria como periodista de TVN, y actualmente esta casado con cuatro hijos: Emilia, Colomba, Nicolás y Antonia. Sin embargo, esta última padece de una complicada enfermedad: Diabetes.
La joven que estudia sicología, hace unas semanas logró obtener una bomba de insulina gracias a la Ley Ricarte Soto, tras un largo y costoso proceso.
Así, la hija de Gonzalo Ramírez conversó con el medio Página 7 sobre su compleja enfermedad. Y según reveló, mantiene este diagnóstico desde los 9 años, cuando sufrió un alza de glicemia mientras estaba en el colegio.
«Llevaba semanas haciendo mucho pipí y tomando mucha agua, lo que hizo que en siete días bajara como 20 kilos. Un día en el recreo me sentí mal y me llevaron a urgencia. Tenía 500 de glicemia y se me diagnostica diabetes tipo 1», reveló al mencionado medio.
Desde entonces, Antonia Ramírez debe asistir a constantes controles médicos, de manera de prevenir cualquier alteración que pueda afectar su salud.
Sin embargo, este proceso no ha sido fácil para la joven, ya que fue como «una especie de duelo». «Tienes que aceptar que no eres al único que le pasa, porque uno piensa eso, se siente solo, te preguntas por qué a mí, más cuando eres niño, y con el tiempo vas aprendiendo que tienes que llevar tu comida a todas partes», indicó Antonia.
Los complejos momentos en la vida de Antonia Ramírez
Según contó la joven estudiante, hace poco más de un mes permaneció hospitalizada en la cínica.
«Estuve muy crítica. Yo llevo 14 años con esto y padezco neuropatía periférica. Enfrenté dolores terribles que no me dejaban dormir. Y durante 10 días permanecí hospitalizada por el manejo del dolor con medicamentos sumamente fuertes», afirmó.
Pero las dificultades estaban lejos de acabar, ya que luego sufrió una crisis de abstinencias por los fármacos para el dolor.
Así lo indicó la hija de Gonzalo Ramírez, explicando que esta situación se produjo al estar descompensada en sus niveles de glicemia durante muchos años; motivo por el que ahora «el organismo no entiende que estoy compensada y que la glucosa bajó».
A pesar de todo, Antonia Ramírez agradeció el apoyo que le han brindado sus padres en el largo proceso que es esta enfermedad; la cuál también ha combatido en la compañía de su pololo y terapia psicológica.
«Es duro, no ha sido fácil, uno se cansa porque es una enfermedad muy agotadora y hay que estar siempre dando la lucha», cerró su relato, Antonia Ramírez.