Hoy se cumple un mes desde que Rusia comenzó la invasión a Ucrania. La ofensiva que ha obligado a 3,5 millones de ucranianos, de los cuales 1,5 millones son niños, a huir de su país, ya esta provocando efectos a largo plazo en los menores.
Y es que los infantes están presentando muestras de Trastorno Postraumático, una enfermedad de salud mental que se desata luego de un evento dramático.
Algunos signos de la enfermedad son pesadillas, angustia, flashbacks que le induzcan el pánico que sienten en ese momento y pensamientos incontrolables sobre la situación.
En un reportaje de VICE, donde la periodista acompañó a Juliya Sargienko quien escapó con sus hijos de 3 y 5 años del país, así lo mostró. Cuando llegaron a Polonia, los niños comenzaron a manifestar síntomas del trastorno, ya que su madre contó que «en el aeropuerto [en Wroclaw], mis hijos vieron aviones y mi hija comenzó a llorar porque pensó que era un ataque».
Como ellos, en el reportaje se menciona el caso de un niño que escuchó una ambulancia y preguntó si debía ir en busca de refugio.
Así, son varios los casos de menores que muestran síntomas.
¿Qué se puede hacer para ayudar a que los niños ucranianos se recuperen del trastorno postraumático?
En reportaje anteriormente mencionado, Dariusz Skorupa, psicólogo voluntario, explicó que la única forma en la que pueden ayudar a los niños es generando espacios donde los menores puedan sentirse seguros y puedan realizar actividades en grupos o jugar.
Es de suma importancia que cuando los niños refugiados lleguen a un destino seguro, pidan ayuda psicológica para tratar el trastorno.
De no hacerlo, el trastorno podría interferir en sus vidas cotidianas y terminar en otras enfermedades de salud mental. Tales como depresión, ansiedad, problemas con el alcohol y tendencias suicidas.
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