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Aunque muchas personas se alegran con la llegada de los meses más fríos, a otras les afecta enormemente, causándoles el trastorno afectivo estacional (TAE). Como dice su nombre, es un síndrome que afecta a 6 de cada 100 personas cuando hay cambio de estación.
En la mayoría de los casos, los síntomas comienzan a fines de otoño o principios de invierno y terminan cuando comienza la primavera o el verano. Son muy raros los casos en los que las personas exhiben lo contrario. O sea, que presenten síntomas durante primavera o verano y mejoren en otoño e invierno.
Cualquiera sea el caso, los síntomas que comienzan de manera leve pueden llegar a agravarse mientras progresa la estación.
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Si sufres este sentimiento todos los años, y lo desechas como un simple bajón emocional, deberás tomar medidas. Puedes mantener su estado de ánimo y motivación durante todo el año, y no tienes por qué sufrir este trastorno emocional.
A continuación te damos más información para que puedas estar alerta, ya sea con usted o sus seres queridos, y lo que puede hacer al respecto.
¿Cuáles son los síntomas del trastorno afectivo emocional?
Los síntomas del Trastorno Afectivo Estacional, según la Clínica Mayo, incluyen un estado de ánimo que puede presentar altibajos emocionales, ansiedad, pérdida de interés, soledad, tristeza, apatía o descontento general.
También se ven afectados los ciclos del sueño. Esto ya que las personas que padecen este trastorno pueden dormir casi nada (insomnio) o demasiado (somnolencia).
Además podría verse afectado el apetito, y podría haber fluctuaciones en el peso. Usualmente las personas que padecen de TAE buscan los carbohidratos.
Por último, a nivel general, también pueden existir sentimientos de desesperanza y depresión.
Y aunque todos los síntomas anteriormente mencionados son similares a otros padecimientos de salud mental, la clave está en cuándo presenta estos cambios en su ciclo. Si sus síntomas comienzan y finalizan aproximadamente en la misma época cada año, especialmente entre los meses en que comienza el otoño e invierno, es posible que sufras del trastorno afectivo estacional.
¿Cuál es el tratamiento y cómo se puede prevenir el trastorno?
El tratamiento para el trastorno afectivo estacional puede abarcar la psicoterapia, los medicamentos y la terapia lumínica.
Este trastorno no tiene una causa específica, pero le recomendamos estar atento a los siguientes puntos:
Si padece de trastorno bipolar, ya que las personas que tienen este trastorno presentan un mayor riesgo de tener este síndrome. Esto ya que tienen episodios de manía o su versión menos intensa, lo que involucra ansiedad, irritabilidad y agitación.
Los ritmos circadianos. Nuestro reloj biológico funciona a base de luz solar, por ende, la disminución que ocurre en otoño e invierno pueden alterar esta función y generar sensaciones de depresión y tristeza.
Niveles de melatonina, ya que esta fuertemente relacionada con nuestro sueño y la calidad del mismo. La melatonina es el indicador natural del cuerpo de cuándo debemos ir a dormir (cuando no hay luz natural). Por ende, una alteración en esta sustancia puede modificar nuestros patrones del sueño y nuestro estado de ánimo.
Niveles de serotonina, también conocida como la «hormona de la felicidad». Si su función se ve afectada, debido a que durante los meses de otoño e invierno los niveles bajan por la reducción de luz del Sol, puede afectar el estado de ánimo.
Niveles bajos de vitamina D. Obtenemos esta vitamina cuando exponemos nuestra piel al Sol, y a una menor exposición solar, recibimos una cantidad insuficiente de Vitamina D, puede afectar nuestro ánimo ya que esta vitamina potencia a la serotonina. Por supuesto, podemos obtenerlo de los alimentos (usualmente pescados y mariscos) y suplementos alimenticios.
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