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De solo pensar en este tema me conflictúo. Esto, porque mi sensación romera es decir ¿Cómo se debe implementar una medida así, si se supone que cualquier hombre no tiene el derecho de tocar a nadie y menos aun acosar o rozar de manera libidinosa? Esa conducta que debe estar intrínseca desde que son muy pequeños y estar ahora teniendo que barajar esa opción hoy lo catalogo por lo bajo “vergonzoso”.
También me cuestiono si los hombres se enfermaron y sexualizaron en demasía. O si siempre fue así y ahora nosotros nos atrevimos a denunciar. Ahora con el respeto de todas mis congéneres ¿no será también que nos pusimos en exceso desconfiadas y al primer roce, reaccionamos con susto de ser vulneradas?
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Como sea, el cuento es que la última encuesta realizada autoridades ministeriales y el gobierno regional dio a conocer que 9 de cada 10 mujeres han sufrido algún tipo de acoso en el transporte público. Y con el objetivo de prevenir el atosigamiento masculino el se busca implementar espacios diferenciados para hombres y mujeres. Asimismo, se buscarán crear mecanismos para gestionar denuncias, un teléfono de ayuda y orientación para las nosotras. Además de campañas de capacitación y protocolos para los operadores del transporte público.
De todas formas esta tema ya se había planteado en 2018. En ese entonces un grupo de parlamentarios propuso un proyecto de resolución para segregar el uso de vagones del metro para las mujeres en horario punta. Esto ya que en 2017 el dicho transporte había recibido 300 denuncias por estos hechos, es decir, un promedio de 25 al mes.
En esa ocasión el proyecto no dio frutos, ya que el gobierno de turno consideró que sería «aislar a las mujeres» en este servicio. Y también porque no ataca el problema de fondo, que dice relación con generar cultura lo que es contrario a diferenciar como sinónimo de normalizar las conductas impropias de los hombres.
En la actualidad, la visón es que por algo se debe empezar para romper este círculo y la bandera de lucha tiene que ver con que las mujeres nos sintamos seguras en la micro y el metro.
Por su parte, Prado dice entender la necesidad de seguridad que sienten las mujeres en la micro o el Metro. Dos posturas se enfrentan a este tema.
Por una lado, la comisión de género del Gobierno Regional no defiende la línea en que a pesar de ser una señal simbólica desde la política pública. Un vagón sólo de mujeres tiene que ver con exclusión, aislar, y de paso, asumir que los hombres no tienen solución y no pueden controlarse frente al acoso sexual.
La otra está a cargo de Coordinación Nacional de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres que reconocen que el problema no se va a solucionar diciéndole a los hombres que se encierren. Sino que se debe instruir a la comunidad que agredir a las mujeres no es factible es en ningún espacio y que las tocaciones, masturbaciones y roces son violencia sexual hacia nosotras.
La ministra de la Mujer, Antonia Orellana, se mostró en contra de la idea, pues lo vincula a normalizar el acoso. No obstante, opina «vital una campaña hacer una campaña de cambio de cultura y que la nueva ley de acoso que establece penas de cárcel y multas, pero la pregunta es qué hacemos mientras tanto (…) Se puede crear una alternativa voluntaria, porque no estamos planteando una segregación obligatoria” y agregó que nada se debe hacer que atente contra la libertad.
Casos internacionales de vagones exclusivos para mujeres
Estados Unidos
Una de las campañas que se emplearon en fue “Tócame y te denuncio” en el cual se trata de sensibilizar a la población de las consecuencias de acosar en el transporte. En otros puntos, se ha implementado un extenso sistema de videovigilancia
Perú
Lima, la capital del país, y la tercer ciudad más peligrosa en este sentido, decidió hacer campañas para incentivar la denuncia de los agresores. En este país se viralizó la campaña “Sílbale a tu madre” en la que agresores acosaron a sus madres sin que ellos se dieran cuenta.
Colombia
En algunas partes del país, han prohibido definitivamente los piropos, silbidos y frases de mal gusto. Esto aplica evidentemente para el transporte público. Los agresores se sancionarán. En el Transporte TransMilenio también existe la separación de vagones, sin embargo, está acompañado de una red de policías mujeres encubiertas.
Japón
Aquí han implementado medidas similares a las de nuestro país, pero su sistema es más confiable y efectivo.
Eso sí, el acoso viene de muchas maneras y en todos los países es igual de intolerable.
Río de Janeiro
El sistema de tren subterráneo de Río comenzó a utilizar vagones sólo para mujeres en 2006, tras varias quejas de acoso sexual. Tales vagones circulan todo el día y no sólo durante las horas de mayor congestión.
Egipto
En El Cairo por lo menos dos vagones delanteros de los trenes están reservados para mujeres, pero el sistema de buses carece de esa facilidad.
México
En 2007 en el Distrito Federal de México se comenzaron a operar 13 camiones urbanos sólo para mujeres. Se adoptó esta medida por los altos índices de ataques sexuales en el transporte público.
Esta decisión formó parte de la campaña Viajamos Seguras en la que participó el Gobierno del DF y el Instituto de las Mujeres de esa ciudad. Plan que también incluyó otras acciones, como la instalación de videocámaras y agrupamientos especiales en el Metro.
En México este tipo de disposiciones tienen su antecedente en 2004, cuando se destinaron dos vagones del Metro para mujeres e infantes en horas pick.
Malasia
La empresa nacional de ferrocarriles de Malasia, puso hace un par de años vagones exclusivos de mujeres. Esto con el fin de evitar situaciones de acoso y ante el deseo expreso de muchos pasajeros musulmanes. La iniciativa se estrenó en la ruta entre Kuala Lumpur y la ciudad de Klang, según el diario The Star.
La compañía justificó la medida para mejorar el confort y la seguridad de las mujeres. Que así estarán más protegidas de hombres que puedan molestarlas, aunque siempre será una opción y nunca una imposición al cliente.
Pero también podría ser por razones religiosas. Ya que más del 60 por ciento de los 28 millones de malasios son musulmanes. Y por ende, la mayoría profesa una fe tolerante en sus mensajes, pero muy conservador en las costumbres.
Indonesia
Los primeros trenes con vagones reservados exclusivamente para las mujeres empezaron a circular en el año 2010 en Indonesia. Esto para poner fin al acoso sexual en el transporte público.
Por el momento, la iniciativa se limita a 20 vagones en una de las rutas ferroviarias entre Yakarta y la ciudad de Bogor, una de las más transitadas en la isla de Java.
En los últimos años, muchas mujeres se habían quejado de que algunos hombres aprovechaban los trenes abarrotados para acosarlas e incluso intentar tocar sus partes íntimas.
Los vagones tienen capacidad para 120 pasajeros, disponen de aire acondicionado y los únicos varones autorizados para viajar en ellos son niños menores de 10 años que acompañen a sus madres.
Jerusalén
El tranvía de Jerusalén tiene algunos vagones en los que hombres y mujeres podrán viajar estrictamente separados. Esto para cumplir sus preceptos religiosos, como ya ocurre en algunos autobuses.
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