Desde que fue hospitalizada en octubre del año 2021, la monarca británica ha debido ausentarse de varios eventos oficiales. Este martes, en medio del “discurso del trono” llevado a cabo en el Palacio de Westminster fue la ocasión para que, por primera vez, el Príncipe Carlos tomara el relevo de su madre, la Reina Isabel, y la sustituyera en lo que era uno de sus emblemáticos discursos.
De hecho, a lo largo de sus 96 años y siete décadas de mandato, la Reina Isabel solo se había ausentado en dos ocasiones a esta importante cita. Aquellas fueron en 1959 y 1963, años en que la monarca estaba embarazada de Andrés y Eduardo y no pudo asistir.
En esta oportunidad, fue su hijo mayor, Carlos de Gales, quien se puso al frente de la corona británica para iniciar la lectura de la agenda legislativa del gobierno. Una de las dudas que causaba este histórico relevo era si el hijo mayor de la Reina Isabel se sentaría junto al trono ceremonial o se pararía frente a él. Finalmente, el Príncipe Carlos se sentó en el escaño, causando una reacción que, aunque sutil, se hizo sentir entre los invitados presentes en la ceremonia.
Las diferencias percibidas entre el Príncipe Carlos y la Reina Isabel
Otro de los detalles que llamó la atención fue la forma en que Charles llegó hasta la asamblea. Tradicionalmente, su madre asistía al evento en un carruaje estatal y era escoltada por soldados montados en uniforme acorde al código de la ceremonia.
Sin embargo, para esta ocasión, el Príncipe Carlos optó por acudir al Palacio de Westminster arriba de un Rolls-Royce oficial, con techo transparente y acompañado de su esposa Camila.
Before the House of Lords and the House of Commons can proceed with public business, The Queen’s Speech must be read to both Houses.
This year, The Queen’s speech, drafted by the Government to outline policies and proposed future legislation, was read by The Prince of Wales. pic.twitter.com/KtMFzekdR3
— The Prince of Wales and The Duchess of Cornwall (@ClarenceHouse) May 10, 2022
La vestimenta también fue un contraste que se hizo visible y que dio para hablar. Carlos eligió un uniforme militar repleto de condecoraciones en desmedro de la tradicional capa de armiño. Tampoco cargó con la responsabilidad de llevar la pesada corona con piedras preciosas que presidió la sesión sobre un cojín. Un símbolo monárquico que se hizo presente ante el espacio dejado por el trono ausente de la soberana Reina Isabel.
La salud de Isabel II y sus próximos compromisos
Lo cierto es que la salud de la monarca británica preocupa. Más aún con el antecedente de que sus doctores le ordenaron guardar reposo desde octubre del 2021 por una condición médica no informada. Una situación que la ha obligado a ausentarse de algunos eventos y a asistir con bastones y dificultades a otros.
Por lo pronto, desde el próximo 2 al 5 de junio se tienen previsto los festejos por el “jubileo de platino”. Una conmemoración que rinde honor a los 70 años en el trono de Isabel II. Oportunidad donde podremos saber más del estado de salud de la reina y ver si se le aprecia, o no, en actos oficiales.
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