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Guardia que custodiaba el ataúd de la Reina Isabel se desmaya en pleno acto

Uno de los guardias escoltas del ataúd de la reina Isabel se desmayó en pleno acto tras aguantar varias horas de trabajo.

Ataud

Reuters

Un guardia que custodiaba el ataúd de la Reina Isabel durante el recorrido hasta el palacio de Westminster se desmayó en pleno acto. Los escoltas deben cumplir con el deber de estar junto al ataúd por horas en una postura formal y rígida durante varias horas.

Fue tanto el cansancio de uno de los protectores tras una larga jornada haciendo esfuerzo físico que se desplomó frente a todas las personas que asistieron al evento. La BBC pudo captar el momento en el que se cae al suelo y los demás guardias se mantienen rígidos para respetar el protocolo.

Guardia Desmayado
Créditos: BBC

Lamentablemente, el guardia que custodiaba el ataúd de la reina sufrió un golpe en la cara tras el suceso. Sin embargo, recibió ayuda inmediata y se hizo una actualización en el protocolo para evitar este tipo de accidentes en el futuro. El nuevo reglamento indica que si un guardia no se siente bien durante la Vigilia, tendrá permiso para levantar la cabeza para que los demás sepan. Dado que el actual protocolo dice que los guardias deben mantener la cabeza hacia abajo durante todo el proceso, el cambio será notorio y permitirá saber cuando se necesite un reemplazo.

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El traslado de la reina hasta el palacio de Westminister

El cuerpo de la reina fue trasladado hasta el palacio de Westminister donde pasará los próximos cuatro días hasta su funeral. Este se ubica la zona norte del Río Támesis y el inició el centro de Londres, por lo que significó una larga caminata para todos los asistentes.

Además de toda la Familia Real y los conocidos de la Reina Isabel, miles de ciudadanos de Inglaterra asistieron a la solemne ceremonia a modo de agradecimiento por sus servicios durante todos sus años de mandato.

El Gobierno de Inglaterra hizo algunas advertencias a los ciudadanos antes de que decidieran asistir al traslado de Isabel de Inglaterra. En primer lugar, anunciaron la posibilidad de tener que esperar alrededor de 30 horas en una fila que podía llegar a medir unos 10 kilómetros. Los mandatarios aconsejaron no ir con niños para evitar exponerlos a una situación cansadora.

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