Se difundió la noticia de que la Reina Isabel II dejó fuera de su testamento a Meghan Markle y su hija de un año, Lilibet Diana, quien sería su bisnieta. La modificación en el texto habría sido el 30 de agosto, tan solo unos días antes de su fallecimiento.
Cuando comenzó a notar un fuerte deterioro en su estado de salud, la reina se preocupó inmediatamente de especificar que no daría ninguna parte de su herencia a la esposa de su nieto, el Príncipe Harry.
Según informó The International Business Times, ni Meghan Markle ni Lilibet recibirían ninguna de las más de 300 joyas que poseía la monarca. La suma total de todas estas estaría por sobre de una cifra de 110 millones de dólares. Este monto corresponde a aproximadamente 96 millones de pesos chilenos.
La Reina dejó sus joyas a Kate Middleton y su hija Charlotte
La Reina Isabel II quiso que todas sus joyas fueran entregadas a la mujer del Príncipe William, Kate Middleton y su hija Charlotte. Si bien, la duquesa de Cambridge no tiene sangre real, la monarca decidió dejarle sus pertenencias como un gesto de agradecimiento y cariño.
La mala relación entre la Reina y la duquesa de Sussex
Cabe recordar que la duquesa de Sussex y su marido, el Príncipe Harry, dejaron la realeza el año 2020 para llevar una vida común y corriente. La decisión de Meghan Markle nunca fue bien acogida por la Reina Isabel. Por esa misma razón, su relación se tensionó.
Esa tensión continuó en constante ascenso hasta el día de su muerte. La actriz norteamericana ha hecho declaraciones a la prensa en diferentes ocasiones en las que difamó a la Familia Real. Una de estas fueron hechas recientemente en una entrevista con The Cut.
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