Estamos a punto de comenzar un nuevo año y existen muchos rituales para que «tengamos suerte». Sin embargo, los expertos en psicología dicen que lo mejor es hacer cambios a conciencia. Para que en los 12 meses que vengan, existan menos complejidades. De los problemas no se escapa nadie, pero si aprendemos de las experiencias y errores de los años anteriores, seguro se vendrá un 2023 mucho mejor.
Para tener una vida nueva, hay que dejar de hacer lo que hacemos siempre. Las modificaciones se generan cuando se tiene la valentía de quemar patrones de comportamiento y creencias limitantes que no permiten surgir.
Creer en que por tomar una maleta a las 12 de la noche nos ayudará a viajar por todo el mundo, es una mentira. Así como es ponerse calzones amarillos para encontrar un buen amor. Todos estos rituales son divertidos y le ponen sazón a la noche de Año Nuevo. Pero, si pensamos que solo por llevarlos a cabo se harán realidad, creamos expectativas frustradas para los 12 meses que vienen.
Un poquito de suerte, esperanza y mucha conciencia, mezclada con lo práctico, es la fórmula para que todo, o al menos los deseos más importantes, se logren.
¿Qué se hace para partir el 2023 con el pie derecho?
Los psicólogos coinciden que lo primero que se debe hacer para evaluar tu año, es revisar lo que logramos. Después, es importante analizar lo que no pudimos lograr, para sacar conclusiones del porqué. Si es que provoca frustración lo mejor es dejarla ir, esto ayudará a quedar con la ímpetu de volver a intentarlo.
También, conectar con nosotros es vital, se sugiere mirar con objetividad nuestro interior para ver qué fluye. La introspección, solo tiene ganancias por eso. Busca un espacio tranquilo donde puedas estar a solas. Puedes poner música para relajarte y dejar el estrés, los miedos y las preocupaciones en un nuevo año.
Escribir
Los terapeutas dicen que escribir sana. Por eso, la invitación es a anotar en una hoja una lista con todo lo que queremos dejar atrás. Luego hay que quemarla con la llama de una vela en señal de que ya no estamos atados a esas situaciones.
En otro papel, se anotarán los deseos y metas para este 2023. Para posteriormente enterrarlos en una maceta con una planta, esto representa el florecimiento. La idea es cuidar, regar y nutrir durante todo el año.
No perdamos el norte
Lo que esta claro, es que nadie sabe qué pasara en el año del «conejo de agua». Por lo tanto, es mejor esperar con asombro, que con una dañina ansiedad e incertidumbre. Para ocuparnos y no preocuparnos por el futuro, se debe tener una actitud optimista y a su vez, establecer metas realistas, que dependan al menos de nuestra voluntad y esfuerzo.
Por ejemplo, si deseamos dejar de fumar, no valdrá la pena escribirlo en un papel como meta, si no tenemos la voluntad suficiente para no encender un cigarro. Lo mismo es tener un nuevo trabajo, es vital agrandar las redes de contacto. Consultar con amigos sobre vacantes en sus empresas e inscribirse a puestos laborales disponibles.
Los niños también cuentan
Los propósitos de Año Nuevo, también, son una perfecta oportunidad para incorporar a los niños, según la Academia Americana de Pediatría. Quienes publicaron una lista con propósitos específicos por edades, para que los padres animen a los niños a realizarlos durante este nuevo año.
- Para los preescolares, sugiere crear hábitos, como ser amables con otros niños, limpiar los juguetes, ayudar a limpiar la mesa y lavarse las manos después de ir al baño.
- Para niños entre las edades de 5 y 12 años, beber suficiente agua y ser activo hasta practicar hábitos saludables, como conectarse a Internet solo las horas que sus padres determinen. Además, de denuncias el acoso escolar
- En el caso de los adolescentes, la lista es más larga. Menciona que deben comer suficientes frutas, evitar las drogas y el alcohol, manejar el estrés, practicar hábitos sociales seguros y saludables e incluso hacer voluntariado.
- A los padres de los menores se les aconseja acercarse a ellos cuando los vean asustados, solos o confundidos. También, si deben tomar alguna decisión difícil. Pueden crear un momento para la reflexión y el diálogo, con el fin de que los niños tomen sus propias decisiones.
- Introducir a los niños a la idea de plantear sus propias metas también los introduce a la idea de que pueden crear su propio bienestar.
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Por: @Bibimandakovic