Conversando con Eduardo Fuentes en Buenas Noches a todos, José Miguel Viñuela confesó que desde temprana edad sufre de ansiedad, pero no fue diagnosticado hasta vivir momentos complejos en Mucho Gusto.
El animador reveló que todo surgió tras el estallido social, época en la que su participación en el bloque matinal se vio afectada y fue reducida a momentos específicos.
En este contexto fue cuando Viñuela volvió a sufrir cuadros ansiosos, los que le afectaron durante la transmisión de uno de los programas de Mega.
La lucha oculta de José Miguel Viñuela
Uno de los cuadros ansiosos más fuertes que sufrió el animador ocurrió al aire, “me pasó un día haciendo una mención para un programa. Tenía que leer la pantalla, y con toda la frase ahí, no fui capaz de leerla. Me quedé en blanco”, contó Viñuela.
Además añadió que “me vino una angustia muy grande. Se me secó la boca, se me aceleró el corazón. Y pensé: ‘Debo tener algo en la cabeza’”.
Luego de este episodio traumático, José Miguel reveló que decidió pedir ayuda acudiendo al medico. Allí le adelantaron que su situación no se trataba de un tema físico, sino que, emocional.
“Me hizo una prueba de como 50 preguntas y me dijo: ‘Lo que tú tienes es síndrome de ansiedad generalizado. Y esto se detecta por esto, y esto’”, comentó José Miguel Viñuela.
El animador precisó que su rápido diagnóstico se debió “a las respuestas que le di en ese minuto, y se combinaba mucho con las crisis de pánico”.
José Miguel también contó que tuvo que controlar sus ataques de ansiedad con medicamentos, a pesar de estar renuente a hacerlo. “Empecé a tomar ansiolíticos, y después de un año los dejé por mi propia cuenta. No quería depender de fármacos ni nada, y después me di cuenta de que los necesitaba”, sostuvo.
Sin embargo, el periodista de Tal cual , señaló que recientemente trató de abandonar los medicamentos, pero, a raíz de orden médica, no pudo.
Viñuela aseguró que sigue al pie de la letra la orden del especialista. “Eso es lo que hago hoy día. Todas las noches aplico ansiolíticos”, concluyó.