Pasadas las navidades, el Rey Carlos III tomó la importante decisión de expulsar a su hermano, el Príncipe Andrés, del palacio de Buckingham, privándolo de usar el espacio como lugar de trabajo.
Desde el Palacio se le informó a The Sun que esta decisión se tomó luego de que Andrés de York hubiera estado envuelto en el escandalo de violencia sexual que lo relaciono con Jeffrey Epstein.
La ayuda del Rey Carlos a su hermano
Desde The Sun afirman que el príncipe Andrés ya “no es miembro oficial de la casa real. Va por libre”. Esto quiere decir que Andrés ya no podrá usar la dirección del Palacio de Buckingham para su correspondencia y mucho menos tener otros roles relacionados con el trabajo de la familia real.
Como consecuencia de esto, el duque de York tendrá que despedirse de la seguridad pagada con los impuestos de los ciudadanos. Según el medio británico, el hermano menor del rey no tendría los recursos financieros necesarios para pagar una seguridad privada.
A pesar de destituirlo y privarlo del cargo con títulos militares, con el objetivo de ayudarlo, el Rey Carlos III se ha ofrecido a pagar de su propio bolsillo un escolta privado para el duque. Este no es el caso de su hijo Harry y su esposa Meghan Markle, a los que el rey se ha negado reiteradas veces de pagarles un escolta.
La expulsión definitiva del príncipe Andrés no significa que sus relaciones con la familia real vayan a romperse por completo. Andrés y su ex esposa, Sarah Ferguson, estuvieron presentes en la cena de Navidad organizada por el Rey Carlos III y la reina consorte Camila, mientras que los duques de Sussex, el príncipe Harry y Meghan, brillaron por su ausencia.