En la mañana de este jueves 5 de enero, el papa Francisco fue el encargado de despedir el funeral del papa emérito Benedicto XVI. La ceremonia se llevó a cabo en la plaza de San Pedro de Roma donde se acercaron más de 50 mil fieles para dar su último adiós.
Después de tres días de velatorio, se invitó a los fieles a que se acerquen a la Plaza de San Pedro, donde se esperaba a 60 mil personas, y llegaron menos. Por su parte, el papa Francisco ocupó su lugar frente a un altar con dosel para pronunciar la homilía e indicaciones claves.
El cardenal italiano Giovanni Battista Re, decano del Colegio de Cardenales, es quien llevará el mando de la misa mientras que el papa Francisco dirigió los rituales finales del funeral de Benedicto XVI recitando una despedida formal y será el encargado de rociar los restos con agua bendita e incienso.
Durante su homilía, el papa Francisco se encargó de destacar la labor del papa emérito Benedicto XVI mientras citaba algunos pasajes de la Biblia. A su vez, pidió el descanso eterno de su predecesor realizando una misa de réquiem, ya que es la primera vez en siglos que un pontífice encabeza el funeral de otro.
Así fue se despidió al papa emérito Benedicto XVI
El papa Francisco tomó el frente del altar del funeral para resaltar lo que significó para todo el mundo Benedicto XVI.
“El pueblo fiel de Dios ahora lo acompaña y le encomienda la vida de quien fue su pastor. Como las mujeres en el sepulcro, también nosotros hemos venido con la fragancia de la gratitud y el bálsamo de la esperanza, para mostrarle una vez más el amor que no muere”, dijo el Papa Francisco en el funeral de Benedicto XVI.
El pontífice puntualizó diciendo que “aferrándonos a las últimas palabras del Señor y al testimonio de toda su vida, también nosotros queremos seguir sus pasos y encomendar a nuestro hermano en las manos del Padre».
“Benedicto, amigo fiel del Esposo, que tu alegría sea completa al escuchar su voz, ahora y siempre”, finalizó el papa Francisco alegando a su predecesor.
Al momento en el que terminó el funeral, el féretro con el cuerpo del papa emérito Benedicto XVI fue trasladado al interior de la Basílica de San Pedro. Ahí fue sepultado en la cripta de todos los pontífices, en una ceremonia a la que solo pueden asistir sus más cercanos.