Amira Belén Godoy Guerrero fue una joven de 16 años, que a su corta edad vivió un infierno. En plena pandemia, conoció a un chico, también menor de edad, con quien empezó a tener una relación amorosa que al principio era hermosa. Con el paso de los meses, los celos, el maltrato, hostigamiento y el abuso por parte de él, generaron que la adolescente cayera aún pozo del cual no pudo salir.
En una conversación en exclusiva con Radio Imagina, Karin Guerrero, madre de la joven, relató como ha llevado este difícil momento, y dejó algunas recomendaciones a los padres que pueden verse enfrentados a estas situaciones.
Las graves consecuencias de vivir violencia en el pololeo
Karin Guerrero y Amira, tenían una relación basada en la confianza. Sin embargo, su hija nunca le comentó sobre el infierno que estaba viviendo con su pololo.
Antes de que ella comenzara esta relación, la joven se mostraba como una persona alegre, tenía una gran personalidad y con un humor un poco sarcástico. Siempre fue una buena hermana, una buena amiga y la líder de su curso. Nadie que perteneciera a su círculo cercano estaba acostumbrada a verla triste.
Sin embargo, en medio de la pandemia, todo cambio. Amira comenzó a sufrir violencia por parte de la persona que en ese tiempo era su pareja. Él comenzó a ejercer en ella, maltrato psicológico, físico e, incluso, sexual.»Ella vivió con este sujeto todo lo que tiene que ver con violencia psicológica, menosprecios, celos, control, la perseguía, manejaba sus redes sociales, la aisló», manifiesta Karin Guerrero.
Todo esto, la llevó a cambiar su extrovertida forma de ser. «Ella dejó de reunirse con sus amigos, ya no sonreía como lo solía hacer. Cambio hasta la música que escuchaba. Yo vi los ojos de mi hija apagarse, el brillo de sus ojos ella lo fue perdiendo», recuerda Karin Guerrero. Agregando, que ella también comenzó a cambiar su forma de vestir, a ponerse ropa más ancha.
Amira tuvo que cerrar sus redes sociales, una y otra vez. A raíz de esto, su madre le preguntaba constantemente que pasaba, pero la joven nunca le comentó lo que en verdad le estaba sucediendo.
Tras pasar por esto, el daño que el sujeto le provocó a la joven fue tan grande que ella decidió acabar con su vida. El 10 de abril del 2021, Amira Belén Godoy terminó con todo su sufrimiento, dejando este mundo con 17 años de edad. Esto se conoce como suicidio femicida, concepto que hacer referencia a cuando la mujer sufre tanta violencia que no ve otra escapatoria más que morir.
El día en que Karin estaba velando a su hija, las amigas de ella le comentaron que fue lo que había llevado a la joven a tomar esta drástica decisión. Ellas le muestran algunas conversaciones que Amira tenía en WhatsApp con su ex pololo, que mostraban todo el maltrato, y unos audios de la menor en los que hablaba llorando sobre esta difícil situación.
Palabras para los padres
Muchas veces Karin se cuestiona sobre que podría haber hecho ella para ayudar a su hija. Ambas tenían mucha confianza, tenían las claves de sus teléfonos móviles, pero la madre nunca se atrevió a revisarlo, ya que era la vida privada de la adolescente. Sin embargo, ahora es algo de lo que se arrepiente porque podría haberse dado cuenta de que Amira estaba sufriendo violencia en el pololeo.
La madre es clara al recomendarles a los padres, que de vez en cuando es bueno revisar algunas cosas. Si empiezas a notar comportamientos extraños en tus hijos, es esencial averiguar más allá, saber que está provocando que ellos cambien.
Ahora, y tras vivir esta dramática situación, Karin Guerrero ha tomado algunas precauciones con su hija más pequeña.»Voy a ser el doble, el triple de desconfiada, voy a ser más cuidadosa…Y tengo ya la experiencia, lamentablemente de esas señales que uno no ve y también, e ido aprendiendo mucho más en este camino de como actúan tanto las víctimas como los victimarios», expresó.
La ley que tipifica el suicidio femicida
Después de la muerte de Amira, la vida de Karin se transformó completamente. Su rostro y el de su hija, estuvieron en todas las manifestaciones que pedían con urgencia la tipificación del suicidio femicida. En compañía de otros familiares que vivieron esta misma situación, lucharon hasta que la ley fue promulgada.
El lunes 19 de diciembre del 2022, el Gobierno promulgó la Ley Antonia. En una ceremonia que la encabezó el presidente de la República, Gabriel Boric, y la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, Karin Guerrero fue testigo de un gran avance en su lucha por encontrar justicia para Amira.
Esta norma, dice que «el que con ocasión de hechos previos constituidos de violencia de género, cometidos por éste en contra de la víctima, causa el suicidio de una mujer, será sancionado con la pena de presidio menor en su grado máximo a presidio mayor en su grado mínimo como autor de suicidio femicida«.
A pesar de este gran paso, Karin Guerrero sigue luchando. No quiere que existan más Amiras, es por esto, que desde sus redes sociales, se dedica a acompañar, a compartir memorias de su hija y hacer una voz para otras víctimas de violencia en el pololeo.
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