Recuerdo que luego de un fracaso amoroso, siendo universitaria, quedé tan mal que mi mamá me mandó a al psicólogo. Estaba sufriendo irracionalmente y el “susodicho”, no había sido una gran pareja, de hecho, se caracterizaba por ser celoso, egoísta y no tratarme como lo merecía.
Comencé las terapias con la especialista, quien me escuchó atentamente durante todo el proceso. Luego me dijo que arrastraba falencias emocionales desde la niñez, por lo que me mandó a leer “Mujeres que aman demasiado” de Robin Norwood.
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A medida que iba leyendo me “cayó la teja” y empecé a entender los motivos por los que me sentía tan miserable sin él. La terapia hizo lo suyo y comencé a reparar mis dolores, a asumir lo que no fue y a fortalecer mi amor propio. Asimismo, al sentirme valiosa realizaría buenas elecciones de parejas y no tendría problemas de descartar a quien me hacía mal.
El rollo de ese momento se llamaba “dependencia emocional” y diversos estudios coinciden en que al menos 7 de cada 10 mujeres alguna vez lo han sentido.
La sicóloga española, Lara Ferreiro, muy famosa en este tiempo al publicar su libro: “Adicta a un Gilipollas”, explica que “la adicción emocional es un enganche tóxico, disfuncional y peligroso que se crea entre dos personas en una relación de pareja. Se parece mucho a la adicción de algunas sustancias como alcohol o drogas, ya que se caracteriza por un estado mental obsesivo, con la necesidad irresistible de estar con la pareja, aunque te haga mucho daño».
Agrega que un dependiente emocional podría también tener relaciones dañinas con otras personas como: familiares, amigos y compañeros de trabajo. Sin embargo, no lo hacen conscientes, pues la obsesión por ser queridos y atendidos anula su objetividad
¿Eres dependiente emocional?
Para saber si estás pasando por un momento de dependencia o llevas arraigado conductas de apego tóxico, la especialista española menciona que estos puedes ser señales:
- Si te sientes triste, sola, inestable y deprimida, esto podría significar que estás en una relación tóxica con dependencia emocional, donde solo se beneficia él o ella.
- Anula tus necesidades.
- Te maneja y te dice que estás loca (o).
- Cada vez estás más aislado de tu entorno y más deprimido (a).
- No puedes terminar la relación tóxica con él o ella.
- Han terminado y vuelto muchas veces.
- Sientes que sin él o ella no eres nadie.
- No puedes controlar tus decisiones.
- Te aterra estar sola (0).
- Estás muy emocional.
- No estás viendo las cosas como son y tienes apagada tu parte emocional.
- Tus amigas (os) y gente que te quiere, te dice que tiene que salir de ahí.
- No tiene metas en común.
- Te hace desplantes y escándalos y lo perdonas sin problemas.
- En muchos casos te acusa de todo lo malo que pasa.
Causas de la dependencia emocional
Las principales causas de este trastorno suelen encontrarse en la infancia. Normalmente son personas con historiales de carencia afectiva. En muchos casos, la dependencia emocional es consecuencia de un patrón de apego inseguro, o apego del tipo ansioso, durante los primeros años de vida.
También puede tratarse de personas con baja autoestima, con una historias de abandonos o rechazos, por lo que buscan siempre el reconocimiento de los demás.
Otra de las razones, puede ser que allá creado una idea distorsionada del amor, y por eso estas personas suponen que la posesión y entrega absoluta a la pareja es sinónimo de amor.
Asunto de género
¿Ser tóxico es cuestión de género? Lara Ferreiro dice que NO, ambos sexos lo son y se caracterizan por tener perfiles asfixiantes. Tanto hombres como mujeres en un comienzo se presentan como ‘demasiado buenos para ser verdad’ y ese bombardeo amoroso suele mantenerse por 3 a 6 meses. Luego viene la devaluación personal donde la pareja anhela que todo vuelva a ser como antes.
Un punto para no creer y donde la terapeuta hace hincapié es que las mujeres “aguantan” a las malas parejas por miedo a ‘quedar solteronas’, situación casi inverosímil en el Siglo XXI. “Sigue habiendo mucho trauma con esto. En la consulta, lo que más me dicen las mujeres es que su mayor miedo es: «No voy a encontrar a nadie como él»; y les respondo: “Es precisamente de lo que se trata”, pero se quedan ancladas en el «no voy a encontrar a nadie».
Empezar a sanar y construir
Silvia Congost, psicóloga experta en autoestima, dependencia emocional y relaciones tóxicas, indica que un tratamiento inicia cuando la persona reconoce que tiene un problema. Después de esto, se les comienza a enseñar lo siguiente:
Aceptar la incertidumbre
El miedo a estar solo genera mucho dolor a los dependientes emocionales. Sin embargo, se les muestra que la relación que sostienen es aún más destructiva. Se les insta a ser valiente y tomar la decisión de cortar con el fin de entregarse a nuevas y buenas oportunidades.
Beneficios de generar límites
Se les muestra los beneficios de generar límites y eso implica decir “NO” de forma respetuosa tanto contigo como con lo demás. Ese aspecto es esencial para recuperar el equilibrio emocional.
Apoyo en reforzar la autoestima
El bajo amor propio define a las personas con dependencia emocional y a medida que más dure su relación tóxica, más afectada se verá la autoestima.
Estar solos
Aprender a estar solo/a y disfrutar de la soledad que puede ser un tremendo placer.
Pensar sobre tus creencias
Cuestionar sus propias creencias acerca del amor, de las relaciones de pareja, de las relaciones personales, sobre la soledad o la soltería. Un cambio de mentalidad puede hacerlos más independiente.
“La mejor manera de ser feliz con alguien más, es haber aprendido a ser feliz solo. De este modo, la compañía es una cuestión de elección y no de necesidad”.
Decálogo de una buena pareja
La psicóloga, Silvia Congost, entregó una serie de recomendaciones para encontrar o mantener una relación sana con tu pareja:
Tener una buena autoestima
Si ambos se sienten valiosos y merecedores de que los traten bien, evitarán muchos problemas que se generan por miedos o inseguridades.
Amistad
Ser amigo de la pareja significa que te sientes a gusto a su lado y que en la relación hay complicidad, bromas, apoyo, generosidad y presencia.
Fluir
Las relaciones deben darse fáciles y no se invertir grandes dosis de energía en hacer que funcione y avance.
Ser parecidos en lo importante
La realidad demuestra que entre más gustos y características se comparta con la pareja mejor les irá porque hace todo más llevadero y entretenido.
Bondad
Existe la certeza de que la persona no va a hacer nada con el objetivo de que sufra o castigue o hiera.
Compasión
Cuando hay amor, el dolor del otro duele y quieres evitarlo como sea.
Aceptación total
“Te elijo porque me gusta como eres, porque te admiro precisamente por ser así y no quiero ni pretendo que cambies nada”.
Comunicación
Ser capaces de expresar aquello que necesitamos, lo que nos molesta y lo que nos hiere.
Proyecto de vida en común
Mirar hacia la misma dirección, tener unas expectativas de futuro parecidas, el deseo de un estilo de vida similar.
Saber que puede acabar
Existe la madures necesaria como para entender las cosas no pueden resultar y que son dos personas que deben estar en la misma sintonía. Si una relación acaba, se trata de algo normal y no pasará nada. Se superará.
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