Durante este viernes 17 de marzo, se confirmó la triste noticia de la muerte del reconocido escritor chileno, Jorge Edwards. El literario tenía 91 años, y tuvo una gran trayectoria, que lo catalogó como uno de los más importantes del siglo XX.
Recordemos, que fue destacado con el Premio Nacional de Literatura en 1994, y en el año 2000, recibió el Premio Cervantes.
El sensible fallecimiento del escritor Jorge Edwards
La editorial Penguin Chile, fue la encargada de dar a conocer esta noticia. A través de su cuenta de Twitter, no dudaron en expresar sus condolencias por la triste información.
«Lamentamos profundamente el fallecimiento del destacado escritor y diplomático chileno Jorge Edwards«, comenzaron diciendo. Para luego recordar, algunos de los destacados reconocimientos que recibió.
Lamentamos profundamente el fallecimiento del destacado escritor y diplomático chileno Jorge Edwards.
Fue distinguido con numerosos premios entre los que destacan el Premio Nacional de Literatura en 1994 y el Premio Miguel de Cervantes en 1999. pic.twitter.com/vPMSDTC400
— Penguin Chile (@penguinlibroscl) March 17, 2023
Como dijimos anteriormente, el escritor chileno acumula una gran trayectoria. El artista literario realizó sus primeros ensayos en el colegio San Ignacio, donde fue educado por el actual santo de la iglesia Católica, padre Alberto Hurtado.
Jorge Edwards se destacó por la publicación de libros de cuentos. En relación con esto, en 1952 publicó su primer escrito, titulado: El Patio. Más tarde, específicamente, en 1962 dio a conocer, Gente en la ciudad, y años después, El peso de la noche.
Durante el golpe militar, en 1973, se trasladó a España. En dicho lugar, comenzó su carrera como novelista, y trabajó como asesor literario en Seix Barral. Uno de sus últimos escritos, está basado en la historia de amor entre Pablo Neruda y Josie Bliss, este lleva el nombre de Oh, maligna.
Su otra carrera
La literatura no fue lo único donde se destacó Jorge Edwards. Después de publicar su primer libro, comenzó su carrera diplomática, como secretario de la Embajada de Chile en París.
Más tarde, fue enviado a La Habana para retomar las relaciones con Cuba. Sin embargo, cuando el escritor chileno tomó partido por los opositores de Fidel Castro, el líder lo nombró como «persona non grata». Esto quiere decir, que se convirtió en una alguien indeseable para el Gobierno o institución que lo declare.
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