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Las selfies: ¿Una costumbre superficial o una ventana a la validación personal?

La cultura del autorretrato en la época de la digitalización y los smartphones son parte intrínseca de nuestra sociedad.

Selfie

Getty Images

Una selfie y otra y otra, las selfies ya es parte del día a día. La cultura del autorretrato en la época de la digitalización y los smartphones son parte intrínseca de nuestra sociedad. No obstante, si bien pueden tener un lado lúdico, también juegan un rol riesgoso. Desde perder la vida a un impacto psicológico en búsqueda de validación.

Tengo contradicciones con las selfies. A una parte de mí le encantan, porque encuentra que son las mejores fotos que uno puede tener de si mismo. Sales como realmente cree que eres y además apareces como quieres que la gente te vea.

No quiero mencionar a los filtros, pues ese es otro cuento que también a veces amo, pero logro darme cuenta que al final no soy la persona de esa foto… aunque me gustaría.

El lado B es precisamente ese, que si veo mis imágenes y repaso algunas de las que tengo en Instagram muchas veces digo …. “No soy tan así” que vergüenza todos los que me conocen y me han visto bien de cerca deben decir que soy una chanta. Luego pienso que todos hacen lo mismo y se me pasa. Jajaja.

Como sea este tipo de fotografías llegaron para quedarse y cada cual verá cómo se la saca y que quiere subir a sus redes. El límite es personal y lo que ocurra con tu autopercepción también, aunque no podemos desconocer que es un juego dual que captura momentos, expresa emociones y permite compartir experiencias, pero a su vez esconde historias personales profundas que vale la pena explorar.

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Los autoretratos

El origen del de las Selfies en términos masivos se remonta a mediados de la década de 2000, cuando los primeros teléfonos móviles con cámaras frontales comenzaron a aparecer en el mercado. Estos dispositivos permitieron a las personas tomar fotografías de sí mismas de una manera más fácil y accesible. Sin embargo, fue en 2013 cuando la palabra «selfie» fue incluida en el diccionario Oxford como el «término del año», marcó su popularidad y reconocimiento global.

La explosión de las redes sociales, como Instagram, Facebook y Snapchat, también jugó un papel fundamental en el crecimiento exponencial de esta tendencia, ya que de redes sociales proporcionaron a las personas una plataforma para compartir sus autorretratos con amigos, familiares y seguidores de todo el mundo. La posibilidad de recibir «me gusta» y comentarios positivos generó una sensación de validación y conexión social que alimentó aún más la popularidad de las selfies.
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El Día de la Selfie el 20 de junio se ha convertido en una oportunidad para reflexionar sobre el poder de la imagen en nuestra sociedad actual y cómo las selfies han transformado la forma en que nos presentamos al mundo. Además, nos invita a cuestionar los aspectos positivos y negativos de esta tendencia, como el fomento de la autoestima y la confianza en uno mismo, pero también la obsesión por la apariencia física y la búsqueda de validación externa.

Cada vez mejor…

A medida que los teléfonos inteligentes se volvieron más sofisticados y poderosos, las cámaras frontales también evolucionaron para adaptarse a la tendencia de las selfies. Las mejoras en la calidad de imagen, la resolución y los modos de disparo permitieron capturar autorretratos más nítidos y detallados. Además, los fabricantes de teléfonos inteligentes comenzaron a incorporar características como temporizadores, reconocimiento facial y estabilización de imagen para facilitar la toma de selfies.

No olvidemos que en algún momento se ocupó muchísimo “los palos para selfies”. Estos dispositivos extensibles permiten a los usuarios alejar la cámara de su cuerpo, lo que facilita la captura de tomas más amplias y grupales.

La tecnología también ha avanzado en el campo de la fotografía móvil con la incorporación de cámaras duales y triples en los teléfonos inteligentes, que permiten una mayor versatilidad y calidad en la captura de selfies y otros tipos de fotografía.

Evolución de las cámaras fotográficas

A lo largo de la historia de la fotografía, las cámaras han experimentado una increíble evolución tecnológica para adaptarse a las necesidades cambiantes de los usuarios. Uno de los hitos más significativos en esta evolución fue la incorporación de la opción de tomar selfies, y una marca en particular desempeñó un papel crucial en este avance.

Fue en el año 2003 cuando la reconocida marca de cámaras fotográficas japonesa, Nikon, introdujo por primera vez la función de autorretrato en su modelo Coolpix 2500. Esta innovadora cámara compacta presentaba una pantalla LCD giratoria que permitía a los usuarios verse a sí mismos mientras se tomaban una foto. Con este lanzamiento, Nikon sentó las bases para una nueva era de autorretratos.

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La incorporación de la opción de selfies en la Coolpix 2500 fue recibida con entusiasmo por los amantes de la fotografía, ya que les brindaba una forma más conveniente y accesible de capturar sus propias imágenes. Esta función revolucionaria abrió las puertas a una nueva forma de expresión personal y generó un cambio de paradigma en la forma en que las personas interactuaban con sus cámaras.
A partir de ese momento, Canon, Sony, Olympus y muchas otras marcas líderes comenzaron a incorporar pantallas giratorias, temporizadores automáticos y reconocimiento facial en sus modelos de cámaras compactas.

Riesgos mortales

La búsqueda incansable de la selfie perfecta ha llevado a numerosos accidentes mortales en todo el mundo. Desde personas que se han precipitado por acantilados mientras intentaban obtener la foto más impresionante hasta aquellos que han perdido la vida en accidentes de tráfico mientras se enfocaban en su autorretrato, los casos de tragedias relacionadas con estas fotografías son alarmantes.

Puente de Triana, España (2014): Una estudiante de 21 años perdió la vida al caer desde una altura de 20 metros mientras intentaba hacerse una selfie en el Puente de Triana, en Sevilla. La joven perdió el equilibrio y no pudo evitar la caída.

Acantilado de Cabo da Roca, Portugal (2017): Un turista brasileño de 40 años falleció después de caer desde un acantilado mientras intentaba tomar una selfie en el icónico Cabo da Roca. El terreno resbaladizo y la falta de precaución resultaron en esta pérdida.

Parque Nacional Yosemite, Estados Unidos (2018): Un estudiante de 18 años murió al caer de una altura considerable mientras intentaba tomarse una selfie en el Parque Nacional Yosemite, famoso por sus paisajes imponentes. La víctima se encontraba en una zona restringida cuando ocurrió el accidente.

Templo de Bhagyalakshmi, India (2019): Un hombre de 33 años perdió la vida al caer desde un templo mientras se tomaba una selfie. La víctima se encontraba en un área elevada y perdió el equilibrio mientras intentaba obtener una foto única.

¿Y tú que tipo de selfies sacas?

  • Estos son solo algunos ejemplos de los tipos de selfies que se pueden encontrar. Cada tipo de selfie tiene su propio propósito y puede reflejar diferentes aspectos de la vida y la personalidad de quienes las toman.
  • Selfie con amigos: Se toman en compañía de amigos, capturando momentos divertidos y memorables compartidos juntos. Pueden mostrar risas, gestos juguetones y expresiones de camaradería.
  • Selfie de grupo: Son retratadas con un grupo de personas, generalmente en ocasiones especiales como celebraciones, viajes o eventos. Estas selfies permiten capturar la energía colectiva y la unión del grupo.
  • Selfie de viaje: El disparo se realiza en en lugares emblemáticos o durante viajes. Son una forma de documentar y compartir la experiencia de explorar nuevos destinos y culturas.
  • Selfie deportiva o de actividad al aire libre: Son tomadas mientras se practica algún deporte o se realiza una actividad al aire libre. Pueden mostrar momentos de emoción, superación personal y conexión con la naturaleza.
  • Selfie de moda o la del influencer: Se enfocan en el aspecto personal y el estilo de moda de quien se toma la foto. Pueden mostrar atuendos, accesorios y tendencias actuales.
  • Selfie de comida (food selfie): Muestran deliciosos platos de comida o bebidas. Este tipo de selfie se ha vuelto muy popular en las redes sociales, donde las personas comparten sus experiencias culinarias.
  • Selfie de cuidado personal o belleza: Exhiben rutinas de cuidado personal, maquillaje, peinados o cambios de imagen. Pueden mostrar el proceso de transformación o el resultado final, como el antes y después.
  • Selfie reflexiva o inspiradora: Transmiten mensajes positivos, reflexiones personales o momentos de inspiración. Pueden ir acompañadas de citas motivadoras o reflexiones profundas.

Quiero ser como el filtro

En la era de las redes sociales, los filtros han ganado una popularidad abrumadora. Estas herramientas digitales permiten a los usuarios transformar sus imágenes, aplicando efectos que suavizan la piel, alteran los rasgos faciales y mejoran la apariencia general. Sin embargo, detrás de la aparente diversión y mejora estética, los filtros han generado preocupaciones sobre el impacto en la percepción de la belleza y la autoestima de las personas.

Uno de los principales problemas es que pueden generar una búsqueda constante de perfección y una obsesión por alcanzar un estándar inalcanzable de belleza. Al utilizar filtros que afinan los rasgos y potencianlo mejor de cada personal, lo que puede generar una visión distorsionada de sí mismas y buscar desesperadamente parecerse al filtro en lugar de abrazar su propia belleza y singularidad.

Este fenómeno ha llevado a un aumento en la dismorfia corporal y la insatisfacción con la imagen personal. Las personas pueden experimentar una presión constante para alcanzar la apariencia «perfecta» lo que puede tener un impacto negativo en su salud mental y autoestima. Además, la comparación constante con imágenes con filtro puede generar sentimientos de inadecuación y alimentar la necesidad de validación externa basada en una apariencia irreal.

Es fundamental reconocer y cuestionar el impacto negativo de los filtros en las redes sociales y la necesidad de promover la aceptación de uno mismo, la diversidad y la belleza natural. Fomentar una cultura de aceptación y valoración de la autenticidad puede ayudar a las personas a desarrollar una relación saludable con su imagen y a encontrar la confianza en su propia belleza.

Búsqueda de validación

Las selfies también han dado lugar a una búsqueda desesperada de validación por parte de muchas personas. La necesidad de obtener aprobación y reconocimiento de los demás a través de los «me gusta» y comentarios en las redes sociales ha llevado a un aumento en los sentimientos de ansiedad y baja autoestima. La comparación constante con los demás y la presión por alcanzar los estándares de belleza irreales perpetuados por las redes sociales han generado problemas de salud mental en personas de todas las edades.

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