Los últimos días, debido a la filtración de emails y mensajes amorosos entre una influencer y tres parejas a las cuales acosó digitalmente, hemos escuchado en los medios conceptos como “Vínculo”, “Bumble”, “Red flag”, “Love bombing”, y nosotros, la generación que a lo más decía “bailar un blue” para abrazarse en el lento, nos hemos visto en problemas para seguir la conversación. Como un servicio a la comunidad mayor de 40 años, hemos recopilado todas esas palabras que no conocíamos hasta ahora, pero que la nueva generación utiliza para hablar de amor y otras cosas fogosas.
*Nota al lector: las palabras no están organizadas alfabéticamente, sino de acuerdo con el criterio de importancia que les da quien firma.
Vínculo:
Dícese de la relación de pareja más estable y ya reconocida públicamente. Es decir, vendría siendo como la actualización de la palabra “pololeo”.
Ghosting:
Acto de “fantasmear” al conquistado. Es decir, de un momento para otro, uno de los involucrados en el coqueteo o relación decide dejar de hablar y bloquea a la otra persona. Es un fantasma que alguna vez existió y ahora no da señales de vida.
Lovebombing:
Forma de conquista un tanto manipuladora del objeto de deseo, que implica bombardear con gestos de amor, aprobación, de manera escandalosa. Suena fantástico, pero el problema está en que es solo para manipular temporalmente a quien recibe esta lluvia de demostraciones de amor, y provoca confusiones, ya que el lovebombeado puede creer que se trata del inicio de un vínculo, y no solo una relación sexual casual.
Red flag:
En estricta traducción, bandera roja. Hoy, se utiliza en el ámbito amoroso para describir características alarmantes del prospecto, es decir, rasgos de su personalidad o forma de actuar que no son adecuadas o consideradas poco deseables. Por ejemplo: una red flag es saber que hace ghosting. Otra red flag es enterarse de que es “papito corazón”.
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Responsabilidad afectiva:
Esta es la nueva joya a cuidar en las relaciones del año 2024. Así como en los 80, las monjas nos llamaban a no entregar bajo ninguna circunstancia “la prueba de amor”, hoy, el Santo Grial del amor es la responsabilidad afectiva. Esto consiste en ser empático con los sentimientos del otro; y lo que más se habla al respecto es que ser responsable afectivamente es terminar un vínculo con una conversación de cierre presencial.
Green flag:
Así como hay banderas rojas que levantan las alarmas entre quienes buscan un vínculo con responsabilidad afectiva, también hay banderas verdes. Aún hay esperanza en la tierra del amor, ciudadanas y ciudadanos. Esas banderas verdes pueden ser: es responsable afectivamente. Lleva una relación amable y civilizada con su ex pareja o madre de sus hijos. Comparte las labores de la casa sin que se le solicite: va a la casa de su cortejada, y lava los platos después de la cena: GRAN BANDERA VERDE.
Cazador de Bumble:
Dícese del varón o la dama que utiliza la aplicación de citas llamada Bumble -Tinder ya fue, queridos lectores- como un lugar para encontrar a su siguiente presa amatoria; a quien endulzará el oído y al día siguiente, olvidará. Los y las cazadoras de Bumble son, generalmente, amigos de expresar concretamente que esto no es el inicio de un vínculo, sino solo pasión de una noche. Se dice que se reconocen porque mientras piden el Uber para retirarse- es decir, aún no sueltan una liana- y ya están en la aplicación, cazando la siguiente presa.
Un brujo poderoso:
Dícese del amante regular en el tiempo, que aún no se decide a comprometerse en un vínculo, que podría estar en estado depresivo momentáneamente.
El +1: forma coloquial de referirse a quien en esos momentos es considerado como vínculo estable.
El -1: otra manera de referirse a quien alguna vez fue +1, pero que ha decidido cruzar hacia el otro lado de la ecuación amorosa, y hoy es -1. Ha perdido su valor en el mercado amoroso.
Vínculo sexoafectivo:
Dícese de la pareja -sea homo u heterosexual- que mantienen relaciones carnales. Es decir: con quien nos desvestimos a puerta cerrada.
Stalker:
Momento psicológico de dudosa estabilidad, en el que la persona pasea por las redes sociales -especialmente Instagram- de su objeto de deseo, de los amigos, del objeto de deseo, de los etiquetados en fotos por el objeto de deseo, y por todas las cuentas que la desesperación lleve al sujeto stalker. Es fundamental que al realizar el estalkeo, no se arranque ni un like a las fotos revisadas.
Cringe:
Actualización en inglés de la otrora famosa frase “weona, qué plancha”. Esta plancha está dirigida a un tercero, es decir: vergüenza ajena.
Trieja:
Dícese del vínculo sexoafectivo que involucra a tres personas; todas ellas, participantes voluntarias de esta relación.
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