La violencia vicaria se entiende como una forma de violencia de género por la que los hijos e hijas de las víctimas de ella son instrumentalizados como objeto para maltratar y ocasionar dolor a sus madres. Algunas de las prácticas más comunes son: violencia económica, no pago de pensión de alimentos y el asesinato (extremo).
Este término fue acuñado por la psicóloga forense argentina Sonia Vaccaro, quien la definió como «aquella violencia que se ejerce sobre los hijos para herir a la mujer». Es decir, por medio de terceras personas, se busca hacer daño.
A raíz de esto, la especialista en derecho de familia y violencia hacia la mujer, María Belén Ferreira Brisso, explica cómo se puede manifestar:
¿Cómo reconocer la violencia vicaria?
- Amenazar con quitar el cuidado de los hijos.
- Realizar denuncias falsas para quitar el cuidado o ejercer violencia judicial.
- Utilizar los espacios de regímenes de visitas para insultar a la madre, humillarla o amenazarla.
- Interrumpir o incumplir con tratamientos médicos de los hijos.
- Utilizar el régimen de visitas para exponer a los hijos a situaciones de riesgos.
- Impedir contacto con la madre durante el régimen de visitas.
- Hablar mal de la madre con los hijos.
- Incumplir con el pago de la pensión, retardarla, pagarla incompleta o no pagar.
- Amenazar con matar a los hijos.
- Asesinato, este es el escalofriante extremo de la violencia vicaria, donde el agresor, en un acto de máxima crueldad, llega a privar de la vida a los hijos como forma de dañar y controlar a la madre.
Legalmente, ¿Qué se puede hacer?
«Denunciar la violencia es un paso crucial; este tipo de maltrato puede ser denunciado bajo la figura de violencia intrafamiliar, donde es necesario acreditar el daño sufrido. Por lo que contar con una representación legal competente que pueda comunicar eficazmente al Tribunal la naturaleza y el impacto de esta violencia es clave», señaló la abogada. Además, indicó que una forma de prevenir la violencia vicaria, en su mayoría, se logra con la modificación o suspensión del régimen de visitas.
Por su parte, la fundadora del estudio jurídico Mater Juris, señala que para abordar la violencia vicaria requiere un enfoque multifacético y personalizado. Es crucial que las víctimas reconozcan la violencia que viven junto a sus hijos, ya que este es el primer paso para tomar medidas efectivas. La búsqueda de asesoría legal es relevante, incluso si aún no se ha iniciado un proceso judicial, para estar mejor preparados y conocer los derechos y opciones disponibles. Además, el apoyo psicológico desempeña un papel fundamental, proporcionando las herramientas necesarias para manejar el trauma y fortalecer la resiliencia.
Ante esto, María Belén Ferreira Brisso, indicó que cada caso requiere de asesoría personalizada, que se adapte a las circunstancias específicas de cada familia.