Este miércoles 24 de julio se llevó a cabo el lanzamiento del libro «Cecilia, el último baile» de Johanna Watson en el Teatro Caupolicán, recinto donde la intérprete se convirtió en ícono y vivió los mejores momentos de su carrera artística, incluyendo la celebración de sus 40 años de trayectoria en 1998 y su despedida popular en el 2023.
Hasta este evento llegaron algunos artistas de la Nueva Ola, iconos de los años 90, de la comunidad LGTBIQ+, panel de expertos, y además, fanáticos y fanáticas de la recordada cantautora oriunda de Tomé, Concepción, Chile.
La jornada comenzó a eso de las 17:30 horas con la espectacular presentación de la banda Swing del Mono y Yarela Roldán, doble de Cecilia, y luego se dio inicio al primer panel, «Puré de papas», que contó con la participación de la autora y el sobrino de la cantante, el actor Erto Pantoja.
Allí, el actor chileno se refirió a algunos pasajes de la vida de su tía y el legado que dejó en nuestro país.
«Yo pasé mi infancia en Concepción y ella estaba en el mundo, en Santiago y por distintos lados. Pero ya cuando yo vine a estudiar a Santiago, ahí nos encontramos y sucedió un encuentro emocional muy bello, muy generoso, y además, como ella decía, que éramos las dos ovejas negras de la familia, entonces, entablamos una conexión artística y filial muy fuerte que fue avanzando y creciendo con el tiempo. Nos compenetramos muy bien y nos veíamos frecuentemente… Era infinitamente cariñosa en lo cotidiano, yo sentí mucho el afecto que sentía por mis hijos», partió diciendo.
«La tía era dura, era seca, conversar con ella era un desafío porque decía no con esos ojazos negros que tenía, era tremenda, pero al mismo tiempo muy cariñosa, muy lucida y consciente de lo que pasaba. Era una alegría ir a verla, muy intenso, porque la tía nunca habló banalidades, era muy seca y certera, concisa y sin ambigüedades. Era rotunda como un huevo», agregó.
Palabras de Johanna Watson
A medida que avanzó la noche, los artistas invitados homenajearon a la cantautora con algunos de sus clásicos, para luego dar paso a las palabras de la autora, quien reveló el sentido de esta narración y el objetivo, a un año de su fallecimiento.
«Es una manera de contarles a ustedes, los lectores, cómo fue mi relación con ella, qué descubrí de ella, que conocí y de esa manera que ustedes también puedan conocerla. Yo sé que fui una privilegiada, en el sentido de que tuve la oportunidad que quizá muchos, muchas y muches hubiesen querido: estar cerca, conocerla, verla en su habitad, verla trabajar, verla en sus momentos de humanidad», comenzó diciendo.
«Este es un regalo que me hizo Cecilia y a la vez, un regalo que yo les hago a ustedes para que ustedes también tengan la experiencia de conocer a la Cecilia mujer, la persona, la Cecilia Pantoja, la que está detrás de La Incomparable», puntualizó para dar cuenta de que el libro repasa sus momentos más íntimos.
Tributo a Cecilia, La Incomparable
Wildo, Carmen Maureira y Marisa repasaron algunos de los éxitos de la artista, entre ellos, Puré de papas, uno de sus grandes éxitos.
«Cecilia es una transgresora de lo que hasta ese momento era propio de la actividad, de como se desempeñaba el medio, que era muy un medio cauteloso y discreto. A mí en lo particular nunca se me hubiera ocurrido ponerle a una canción o cantar alguna que se llamara Puré de papas, solo ella con su personalidad y sus características tan especiales lo pudo hacer», señaló Wildo.
Por su parte, Carmen Maureira añadió: «Era novedad la letra de esa canción, solo ella pudo cantarla como ella lo hizo. Hasta ahora, que a la gente le gusta, es emocionante».
Marisa, también coincidió con la opinión de sus colegas y lanzó elogios a Cecilia, La Incomparable por el tremendo legado que dejó en nuestro país.
La noche estuvo llena de recuerdos, música, ritmos y homenajes al ritmo de Golosa, La Orquesta, La Casa Company, Mía Leonne, Swing del Mono y Banda Exuberante.