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Columna . Mi amiga Brenda, mi amiga Prue, mi gran amiga Shannen Doherty

¿Te ha pasado que algún personaje de TV, de un libro o un famoso influencer lo sientes como un amigo de verdad? ¿Aunque no exista? Para mí, Brenda Walsh, de la serie Beverly Hills 90210, es esa amiga que no existe en la vida real, pero que no tiene idea de cuánto me apoyó en mi vida. Le robé muchos looks: los vestidos floreados, semicortos, con mocasines o bototos. La chasquilla descuidada que no parece chasquilla. El labial cafecito tan noventero. Y sí, le codicié el pololo, Dylan, pero ¿a quién no le ha pasado en una amistad? Hoy me toca despedir con ustedes a la gran Shannen Doherty y acá está esta carta abierta a mi amiga.

Shannen

Créditos: Getty Images

Ay, Brenda Walsh. Aún no puedo creerlo: ¿cómo es eso, que el cáncer nos quitó tan pronto a la rebelde de la familia? Brandon, tu hermano, era un buen tipo, pero tan predecible. De tus amistades, eras sin duda la que más llamaba la atención. Kelly trataba de no ser el cliché de niña linda, pero vacía; sin embargo, no le funcionaba. Donna, que enarbolaba la bandera de la virginidad, a veces me cansaba. Andrea, la perna que estaba muy enamorada de tu hermano y que después se casó tan re joven, nunca tuvo tu carisma. En cambio, tú, Brenda, eras el corazón de ese grupo de amigos. Me hubiese encantado haber ido a tu secundaria o de alguna manera, haber sido también una pequeña estrellita que giraba en torno a ti.

Y ahora, me toca despedir a nuestra querida Prue Hallwell. Fueron pasando los años y te seguí donde fueras. A ese reality en MTV donde peleabas con tus exs. Hasta que llegaste “Charmed”, donde me dieron ganas de ser una de las hermanas y andar tirándole hechizos a cuanto gil se nos cruzara. Hasta que te tuviste que ir, de nuevo, porque la envidia de una de tus compañeras te tenía chata. Aguante, Shannen, siempre tu honestidad y transparencia te terminaban jugando en contra en los trabajos.

La despedida a Shannen Doherty

Y para finalizar, conocí y me hice amiga a la distancia de la Shannen podcastera, que en “Let ‘s be clear” abrió su corazón, nos presentó a sus mejores amigos, conversó de cáncer y muerte desde lo más cotidiano que podría hacerse. Lloré más de una vez escuchándote pedirle más tiempo a la vida para lograr todo lo que querías: ser amada, tener citas, alcanzar a hacer públicas tus iniciativas de ley en torno al cáncer. Cuando supe que dejabas acá tu cuerpo -que es la forma en que tú hablabas de partir- pensé mucho en cómo homenajearte. Y sí, tomé mi tijera y me corté chasquilla. Como la tuya: estratégicamente desordenada y desflecada. Y me puse un vestido negro de florecitas chicas con bototos.

Donde quiera que hoy estés, Shannen, te voy a extrañar. Siempre serás mi amiga virtual. Seguiré escuchando más de una vez cada capítulo de tu podcast y seguirás viva como Prue, la bruja bacana que me hizo envidiar a quienes tenían hermanas mujeres. Buen viaje, Shannen Doherty. Que la tierra te sea leve y que tu madre, tu gran preocupación, sienta el amor que todos tus fans le mandamos.

Te extrañaré en grande. Un sentimiento en mayúsculas.

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