Nuestra querida periodista y locutora radial, Natalia del Campo, conversó en exclusiva con Javier Zavala, Magíster en Conducta Alimentaria y Obesidad de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) y Magíster en Nutrición Humana de la Universidad de Chile, sobre las propiedades del Ozempic y el uso que se le ha dado en el último tiempo en Chile.
Este fármaco inyectable originalmente se creó para tratar la diabetes tipo 2, pero hoy muchas personas o utilizan para bajar de peso, lo que ha generado su escasez en el mundo, y nuestro país no es la excepción. En este sentido, el profesional, explicó lo que sucede con este medicamento.
«Aclarar, que efectivamente es un fármaco, su indicación original es para la diabetes tipo 2, sin embargo, hoy día bajo supervisión médica se puede ocupar para otro tipo de enfermedades. La obesidad también es una enfermedad, por lo tanto, hoy día, no es indebido usarlo, pero lo importante es recalcar que es bajo supervisión médica, no estamos invitando a la gente que lo vaya a comprar por su cuenta, porque ese no es el uso», señaló, para luego agregar que está autorizado su uso fuera de estos casos de diabetes.
¿Cuáles son los beneficios de este medicamento?
Según las propias palabras del experto, el Ozempic posee una serie de beneficios para la salud, ya que ayuda al control de la glicemia y la diabetes, pero además, disminución del riesgo cardiovascular, cáncer de mama y útero en las mujeres. «Tenemos varias cosas positivas, pero lo importante es no satanizarlo».
Al ser consultado sobre el éxito que ha tenido en el mercado, Javier Zavala, precisó: «Es un fármaco que ha revolucionado el mercado y que es una gran esperanza para la población, sobre todo para el paciente diabético con obesidad que tiene un riesgo cardiovascular aumentado. En el fondo estamos alargando la sobre vida y disminuyendo las consecuencias de la diabetes».
Al estar agotado, ¿qué otras opciones existen?
El fármaco se llama Semaglutida (genérico de Ozempic), y hoy está en vía oral llamado Rybelsus, que tiene los mismos efectos y principios. Se debe comprar con receta, y se debe usar con supervisión médica, ya que no se puede llegar y consumir. Debe haber un proceso de transición.