Este fin de semana, Luis Miguel y su novia, Paloma Cuevas, aterrizaron en Chile y alargaron su estadía en nuestro país hasta la noche de este martes. Sobre su visita, la periodista de espectáculos, Cecilia Gutiérrez, reveló en el programa de Canal 13, ¡Hay que decirlo!, que vino a cerrar a algunos negocios y someterse a un tratamiento.
«El año pasado, no sé si se acuerdan, estuvo bien complicado de salud, tuvo un ciclo de diez conciertos en Chile, entre medio de eso estuvo con una amigdalitis severa», comenzó recordando la Miss Bombastic. En este sentido, dijo: «Estuvo tan complicado de salud que llegó a la clínica e hizo buena onda con uno de los médicos. De hecho, a ese médico lo invitó hace poco a uno de sus conciertos en el Estadio Santiago Bernabéu, Madrid».
Sobre su paso por nuestro país, la panelista, señaló: «Una de las cosas que hizo fue juntarse con él y además someterse a un procedimiento, no sé si llamarlo estético».
¿Suculenta propina?
Bien sabemos que el artista es fanático de la buena mesa y a la hora de cenar, no escatima en gastos. De hecho, en esta pasada habría visitado varios restaurantes del sector oriente de la capital junto a su enamorada, y los más felices habrían sido los garzones que los atendieron.
Según la información recabada por la periodista de espectáculo, el Sol de México le habría dejado el 50% de la propina.
En torno al tratamiento al que se sometió Luis Miguel, la panelista de ¡Hay que decirlo!, dijo que se trataba de: «Una terapia avanzada de antienvejecimiento. La idea es realentizar el paso del tiempo, capturar energía, preservar su juventud y cambiar su vida, aprovechando el poder de la ciencia genética, celular y nutricional, combinando con las últimas tecnologías en medicina de precisión y células madres en un programa adaptado a su ADN y perfil de salud exactos».