Siempre me reía de mi mamá cuando me contaba que al llegar la menopausia le daban los bochornos en plena sala cuando estaba haciendo clases. Me decía que los estudiantes le preguntaban si se sentía bien, porque tenía la cara colorada y también le pedían que cerrara la puerta pues hacía frío … no obstante, ella esta con calor ya que los bochornos hacían lo suyo.
Yo cercana a las 5 décadas ya empiezo a sentir todos esos síntomas y de verdad no tienen nada para la risa, porque te sientes rara en todos los sentidos. Sin embargo, no haré un drama y solo me subiré en esta montaña rusa que me indica que es hora de vivir un nuevo ciclo y que no tiene nada de malo si mi actitud es positiva.
La menopausia, una etapa natural en la vida de toda mujer, sigue siendo un tema que genera dudas y, en muchos casos, miedos. Este proceso, que marca el fin de la vida fértil, suele estar acompañado de cambios hormonales significativos que afectan tanto el cuerpo como la mente. En Chile, se estima que alrededor de 1.500.000 mujeres viven esta etapa, que generalmente ocurre entre los 45 y 55 años, según datos del Ministerio de Salud. Sin embargo, hablar de menopausia va más allá de mencionar síntomas físicos. Uno de los aspectos que más intriga y preocupa es el impacto de la menopausia en la sexualidad femenina.
Un nuevo despertar
“Antes que todo hay que decir que la sexualidad no solo abarca el acto sexual mismo, también es erotismo y fantasía” comenta la sexóloga Francisca Buzeta, quien desafía la idea tradicional del encuentro entre una pareja . Según la experta, la menopausia puede generar cambios en el cuerpo y la líbido, pero también es una oportunidad para descubrir nuevas formas de conectarse consigo misma y con la pareja.
Es natural que el cuerpo pase por transformaciones importantes durante esta etapa. Entre los síntomas más conocidos están los sofocos, los cambios de humor, la sequedad vaginal y la disminución del deseo sexual.
Sin embargo, tal como señala Buzeta, es crucial no ver estos cambios como el fin de la intimidad, sino como un comienzo. “Efectivamente la sexualidad en la menopausia produce cambios… pero el cuerpo se empieza a ajustar de una manera nueva”, explica.
Más allá del coito
A medida que las hormonas fluctúan y el cuerpo se adapta a su nueva realidad, las mujeres enfrentan cambios que van más allá de lo físico. Para Buzeta, uno de los desafíos clave de la menopausia es ajustar las expectativas y abrazar estos cambios como oportunidades. “Yo creo que el primer gran desafío es anticiparse a la menopausia, no poner grandes expectativas ni ser fatalista”.
El cuerpo ya no responde de la misma manera que en los años fértiles, pero esto no significa que los encuentros con la pareja desaparezca. Para nosotras, la menopausia es el momento perfecto para explorar nuevas formas de intimidad. “Hoy día muchas mujeres me dicen que se atreven a tener sexo con la luz encendida o a ducharse con su pareja, cosas que nunca antes habían hecho”, revela Francisca, destacando que la sexualidad puede volverse más sensorial y liberada de expectativas de rendimiento.
Desafíos y 5 mitos a desterrar
- El sexo termina en la menopausia.
- Tienes que ser joven y hermosa para disfrutar del sexo.
- Con la menopausia y el envejecimiento siempre se reduce el deseo sexual o la frecuencia de la actividad sexual.
- La libido muere
- La experiencia sexual satisfactoria es solamente a través del contacto genital y coito.
Uno de los mayores mitos que rodea a la menopausia es la idea de que marca el fin del deseo sexual. La sequedad vaginal y otros síntomas pueden generar incomodidad, pero, como aclara la sexóloga, existen múltiples soluciones para lidiar con estos desafíos. “Tenemos muchísimas maneras de poder excitarnos, pero no nos olvidemos que el órgano sexual más potente es la mente, por eso es necesario prepararse emocional y mentalmente para disfrutar plenamente”.
Además, este ciclo femenino ofrece andar apresurada, donde el placer no está ligado a metas específicas. “Muchas mujeres renacen, ya que se sienten más cómodas con sus cuerpos y se atreven a disfrutar sin prisas”, asegura Buzeta.
Respecto que la libido puede disminuir se puede determinar que es común que el deseo sexual baje debido a la reducción de testosterona en esta etapa, pero no se debe generalizar. Lo más importante es disfrutar mutuamente, mantener una buena comunicación, y en caso de sequedad vaginal o molestias durante las relaciones sexuales, seguir un tratamiento adecuado para evitar el dolor, ya que este inhibe el deseo.
Una nueva sexualidad
Para muchas mujeres, la menopausia se convierte en una etapa de autodescubrimiento y aceptación. “Durante esta etapa, es fundamental cuidar el bienestar físico y emocional. Podemos optar por participar en actividades que promuevan su bienestar, como clases de baile, leer o simplemente pasar tiempo con amigas.
También la masturbación puede ser una de las prácticas que aporten beneficios para afrontar los cambios físicos y emocionales que se experimentan durante la menopausia. «Mejora el estado de ánimo, permite regular el sueño y ayuda a prevenir la atrofia vaginal gracias al aumento de la irrigación sanguínea en la zona»
La hora del experto
Si la falta de deseo sexual persiste y afecta a la relación de pareja, es recomendable buscar ayuda profesional mediante una terapia sexológica. Un experto puede guiar en la resolución de la situación, ayudando a mejorar tanto la relación de pareja en general como las relaciones sexuales en particular. En la terapia se trabaja en ampliar el repertorio de actividades sexuales, fomentar las fantasías y abordar el impacto de las creencias erróneas y expectativas poco realistas.
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