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El pasado 29 de octubre la Seremi de Salud fiscalizó una clínica estética ubicada en la comuna de Las Condes. Que estaba clausurada desde agosto por realizar procedimientos sin las condiciones mínimas. Al momento del proceso, se encontraba atendiendo a una paciente completamente sedada. La que debió ser trasladada a otro centro médico.
Casos como estos son más comunes de lo que creemos, solo hay que ver en televisión donde se denuncian a médicos y trabajadores de la salud sin competencias realizando cirugías en salas desprovistas de infraestructura. Además de contar sin equipos multidisciplinarios que atiendan a una persona en caso de alguna complicación.
No olvidemos el caso del médico que continúa ejecutando cirugías estéticas complejas y aunque ha sido castigado legalmente. Solo ha cambiado el domicilio y nombre de la clínica, teniendo como resultado al menos 4 mujeres por mala praxis.
Un fenómeno en ascenso
Desde hace una década, la popularidad de los procedimientos estéticos ha aumentado de forma significativa en Chile. Según datos recientes, el crecimiento anual en la demanda de este tipo de servicios alcanza un 30%, impulsado por una sociedad que cada vez valora más la imagen personal. Las cifras revelan un incremento de hasta un 40% en solicitudes de intervenciones en los meses de verano, cuando el interés por mejorar la apariencia física y enfrentar las vacaciones con una “mejor versión” se vuelve prioritario.
Los tratamientos favoritos de los chilenos
Entre los procedimientos más solicitados se encuentran las intervenciones mínimamente invasivas, con ácido hialurónico, bioestimuladores, mesoterapia y toxina botulínica, populares por su capacidad de rejuvenecer el rostro sin necesidad de cirugía. En el ámbito corporal, ya la entrada a pabellón se hace visible con liposucciones, abdominoplastias, mamoplastia reductiva, mastopexia e implantes mamarios.
El riesgo de la informalidad y falta de regulación
Pese al entusiasmo por estos tratamientos, el creciente mercado de la estética enfrenta una problemática sería: el aumento de establecimientos que operan sin cumplir con las normativas sanitarias adecuadas. La oferta en redes sociales y otros medios ha facilitado que ciertos centros no certificados atraigan a pacientes con promesas de resultados rápidos y a precios bajos. Durante 2024, se reportaron varios casos de clínicas y profesionales que operaban en espacios improvisados, sin el equipamiento necesario ni personal de respaldo médico, exponiendo a los pacientes a riesgos serios.
¿Cuál es la importancia de contar con un equipo médico especializado y un lugar adecuado para realizar tratamientos estéticos?
El doctor Alex Eulufí, médico cirujano plástico, Director de Clínica lo Arcaya cirujano señala que en la cirugía plástica, especialmente en la estética. Se habla del triángulo de seguridad que se compone de una primera punta que es el paciente adecuado. Es decir, quien puede operarse y está sano, incluso mentalmente. Además, cuenta con una batería de exámenes y sus requerimientos son aterrizados, es decir en caso de ser mujer no pretender quedar como una barbie.
“El segundo punto es realizarse la intervención en una clínica adecuada, es decir, un establecimiento que prosee todos lo necesario para una urgencias, infecciones intrahospitalarias y el equipamiento que incluye un pabellón ad hoc para sostener una cirugía estética de manera correcta. Esto no significa que sea la Clínica Las Condes o Alemana, pero como la nuestra Clínica Lo Arcaya que aunque no tenemos una UCI. Contamos con quirófanos, máquinas de anestesia, respiradores, y reanimadores. Entonces, ante cualquier urgencia o situación difícil, nos valemos de las condiciones para actuar idóneamente y con todos recursos imprescindibles. Si eventualmente, el paciente requiere de una hospitalización más prolongada, hay sistemas de traslado.
Averiguar sobre si el cirujano es adecuado
El tercer punto agrega el doctor Eulufí es el cirujano o personal a cargo, los que deben ser adecuados. “Aquí me gustaría enfatizar que el cirujano plástico debe ser un profesional que cuente con la subespecialidad, o sea, estudió medicina, ejerció cirugía general y luego cursó la subespecialidad en cirugía plástica, reconstructiva y estética, ya que eso garantiza altos estándares. Muchos médicos que solo son cirujanos se hacen llamar estéticos, por lo tanto, recomiendo que los futuros pacientes revisen si el médico tratante conforma la Sociedad Chilena de Cirugía plástica o en CONACEM. Asimismo, hay que considerar que dicho médico debe trabajar con un equipo idónea, entiéndase anestesiólogo y otro ayudante que ojalá sea un cirujano plástico o al menos un cirujano general capacitado, a esto se suma el equipo de enfermería y personal necesario.
¿Qué pasa cuando no se cumplen estos requisitos?
El doctor Alex Eulufí indica que aumentan exponencialmente los riesgos de complicaciones, así como también las posibilidades de resultados insatisfactorios. “El problema es cuando se complican los pacientes, que es menos del 1% . Pero si se les genera una infección, una herida o algo más grande y ahí es donde se necesitan todos los conocimientos de la especialidad. La formación es la que permite salir adelante con las adversidades. Los conocimientos en el área reconstructiva siempre garantiza que un resultado sea estético”. Agrega que otra arista que no se debe dejar es la ética del médico. Ya que él no puede prometer hacer algo en lo que no tiene expertise y menos ateniendo con infraestructura que jamás podría sacar adelante al paciente si surge alguna complicación.
El médico de @clinicaloarcaya subraya que la gente busque a quien lo intervendrá en la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica-CONACEM. Pues si no está en el listado quiere decir que no tiene la especialidad. “Tampoco hay que deja de lado la relación médico-paciente, esta es súper importante y lo ideal es que se genere un vínculo de confianza. La que va más allá de asegurar, un resultado estético. Porque si hay una complicación, una herida que se demora en cicatrizar o un dolor. El paciente sabe que es parte de las posibilidades post operatorias, pues se le informó con antelación. No obstante, también sabe que va salir adelante y va a lograr un bonito resultado. Lo que la mantendrá tranquila y al concluir el proceso se quedará con una experiencia”
No caer en estafas
Finalmente el doctor Eulufí señala que existe la premisa en cirugía plástica que no hay “chanta pesado”. Por lo que invita a no caer en “encantadores de serpiente que quieren ejercer una profesión que no tienen . “la invitación es a no dejarse engañar por supuesto cirujanos plásticos. Ni tampoco hay que creer todo lo que dicen las redes sociales. Lo recomendable es ir a mirar la clínica donde se va realizar el procedimiento, mirarla con atención. Además de pedirle al médico que dé ciertas garantías y certezas de una buena atención. No olvidar que lo que es demasiado barato es de menor calidad y se debe derribar el mito que los cirujanos plásticos no son más caros que uno que NO tenga la especialidad.
Recomendaciones para una elección segura
Elegir el lugar y profesional adecuado no solo garantiza la eficacia del tratamiento, sino que también protege la salud del paciente. Las autoridades chilenas recomiendan:
- Verificar la acreditación del profesional: Es fundamental asegurarse de que el especialista cuente con la certificación adecuada. De preferencia, esté registrado en el Colegio Médico de Chile o alguna institución reconocida en el ámbito de la estética y medicina
- Consultar referencias y opiniones: Revisar reseñas y buscar referencias en línea o entre conocidos puede dar una idea del desempeño del centro y la experiencia de otros pacientes.
- Exigir información sobre el procedimiento y los materiales: El paciente tiene derecho a conocer en detalle el tratamiento, los productos que se utilizarán y los posibles efectos secundarios.
- Evaluar las instalaciones: Un centro estético que opere bajo condiciones óptimas debe contar con salas debidamente equipadas y personal auxiliar, así como medidas de higiene estrictas.
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