En diciembre, las luces navideñas no solo adornan las calles; también iluminan una dinámica especial en los espacios laborales. Las comidas y encuentros de fin de año, los intercambios de amigo secreto y las salidas al karaoke pueden unir equipos o, por el contrario, resaltar diferencias. ¿Cómo influye esto en la percepción de nuestros compañeros de trabajo? ¿Qué impacto tienen estas actividades en la vida laboral?
En Chile, un informe de Laborum reveló que un 58% de los trabajadores considera que estas actividades mejoran significativamente la comunicación entre equipos.
Asimismo, si tenemos que hablar de beneficios que acarrean estas “juntas” se puede decir que logran:
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- Fortalecimiento de lazos: Las interacciones informales permiten crear conexiones más profundas, lo que puede traducirse en una mejor colaboración en proyectos futuros.
- Reducción del estrés: Un ambiente relajado ayuda a los empleados a desconectarse de las presiones diarias, lo que puede resultar en un aumento de la productividad.
- Mejora del clima laboral: Las fiestas fomentan un ambiente positivo, lo que puede disminuir la rotación de personal y aumentar la satisfacción laboral.
La verdadera cara de tus compañeros
Según un estudio de Adecco Chile, el 68% de los trabajadores afirma que estas instancias permiten conocer mejor a sus compañeros, mientras que un 42% reconoce que después de una salida laboral mejoró su percepción de algún colega. Los psicólogos laborales aseguran que estos eventos funcionan como catalizadores de relaciones, porque rompen la jerarquía y permiten que todos interactúen de forma más relajada.
- El o la que siempre cayó mal: A menudo, las tensiones en el trabajo pueden nublar nuestro juicio sobre los demás. En un entorno festivo, es posible que descubramos que ese compañero que parecía antipático tiene un sentido del humor encantador.
- El tímido (a) que brilla: Un empleado reservado puede sorprender a todos al soltarse en el karaoke, mostrando un talento artístico que jamás imaginamos. Estas revelaciones no solo enriquecen el ambiente, sino que también fomentan el respeto y la admiración entre colegas.
- El galán y “a la que le entró agua al bote” (o): Las fiestas también pueden desatar comportamientos inesperados. Desde quien se esfuerza por lucir atractivo hasta quien, tras unos tragos, se convierte en el alma de la fiesta. Estas situaciones pueden ser divertidas, pero también pueden tener repercusiones en la percepción profesional de los involucrados.
Los peligros del relajo
Aunque suelen ser vistas como algo positivo, las fiestas laborales también pueden tener un lado oscuro. Desde bromas fuera de lugar hasta conflictos de intereses, estas reuniones no están exentas de riesgos.
El exceso de alcohol suele ser el principal villano en este tipo de encuentros. Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), un 15% de los despidos por “mal comportamiento en eventos laborales” están vinculados al abuso de alcohol. Y aunque no siempre se llega a extremos, situaciones incómodas pueden deteriorar relaciones y generar tensiones en el equipo.
Además, las jerarquías siguen presentes, aunque de forma velada. La actitud que adoptemos puede ser clave. Por ejemplo, si alguien hace comentarios comprometedores o protagoniza un escándalo frente a su jefe, es probable que esto afecte su imagen en el trabajo.
Reglas de oro: cómo comportarse en las fiestas laborales
Con jefes y compañeros presentes, mantener el equilibrio es fundamental. Estas son algunas recomendaciones para disfrutar de las actividades sin comprometer tu profesionalismo:
- Modera el consumo de alcohol: Diviértete, pero recuerda que aún estás en un entorno laboral.
- Evita temas polémicos: Nada de política, religión o conflictos laborales durante la cena.
- Respeta límites: Las bromas o gestos que puedan malinterpretarse no tienen cabida en estas instancias.
- Sé auténtico, pero prudente: Mostrar tu personalidad es positivo, siempre que sea de forma respetuosa y profesional.5. Participa, pero no acapares: Ya sea cantando karaoke o en actividades grupales, colabora sin forzar protagonismos.
Peligros potenciales para evitar:
- Malentendidos: Las interacciones informales pueden dar lugar a malinterpretaciones, especialmente si se cruzan líneas que deberían mantenerse en el ámbito profesional.
- Exclusión: No todos los empleados se sienten cómodos en estas situaciones, lo que puede generar sentimientos de exclusión o incomodidad.
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