Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Purdue (Estados Unidos), apunta a que la carne roja magra podría tener múltiples beneficios para la salud.
Estos beneficios tendrían que ver con la salud intestinal y cardiovascular. Eso sí, de consumirse con moderación.
Según Infobae, los investigadores evaluaron los efectos de la adopción e interrupción intermitente de un patrón dietético que incluía 85 gramos diarios de carne roja magra (ternera y cerdo). Esto, en adultos jóvenes sanos, en un proceso denominado «ciclo del patrón dietético».
El proceso tuvo el objetivo de saber cómo afecta los marcadores de salud. Particularmente, a la diversidad de la microbiota intestinal y a los indicadores cardiovasculares.
Resultados
«Cada vez que los participantes adoptaban el patrón dietético saludable, su microbiota intestinal cambiaba a una composición beneficiosa. Y los marcadores cardiovasculares, como el colesterol LDL, mejoraban y se relacionaban sistemáticamente con los cambios en las bacterias intestinales», señaló Wayne Campbell, profesor del departamento de ciencias de la nutrición de la Universidad de Purdue e investigador principal del estudio.
De esta manera, explica que las carnes rojas magras, cuando pueden no afectar negativamente a la salud intestinal o cardiaca. Es más, serían beneficiosas para el organismo si se consumen dentro de una dieta equilibrada y saludable.
«Es mejor consumir sistemáticamente una dieta sana para mantener la salud a largo plazo», agregó Campbell.
Además, es importante señalar que la carne roja magra destaca por su contenido de proteínas de alta calidad. Estas, fundamentales para el desarrollo y reparación de tejidos, el mantenimiento de la masa muscular y la producción de enzimas y hormonas.
Finalmente, es rica en hierro hemo, funamental para prevenir y combatir los signos de anemia.
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